La red social Instagram, filial del grupo Meta, fue sancionada a pagar 405 millones de euros, un récord, por fallas en el trato de datos personales de menores de edad, anunció este lunes el regulador irlandés, que actúa en nombre de la Unión Europea (UE).
«Adoptamos nuestra decisión final el pasado viernes y esta prevé una multa de 405 millones de euros. Los detalles se publicarán la semana que viene», dijo a la AFP un representante de la Comisión para la Protección de Datos de Irlanda (DPC).
Se trata de la decisión más dura infligida por esta autoridad desde 2018, cuando el Reglamento General sobre la Protección de Datos (RGPD) dio más poder a los reguladores para proteger a los consumidores frente a la dominación de Facebook, Google, Apple y Twitter.
La DPC supervisa la cuenta de la UE en Facebook, pues este último tiene su sede regional en Irlanda.
Un portavoz de Meta, casa matriz de Facebook (a la que pertenece Instagram) indicó al medio RTE que el grupo prevé recurrir la decisión, alegando que la investigación se había centrado en unos parámetros que fueron modificados hace un año.
El regulador había abierto una investigación a finales de 2020 para determinar si la aplicación había puesto en marcha los cortafuegos necesarios para proteger los datos de los usuarios, sobre todo en el caso de menores de edad, pues es obligatorio tener 13 años o más para poder abrir una cuenta en Instagram.
Preocupados
A la DPC le preocupaba especialmente que a los usuarios menores de 18 años les fuera demasiado fácil abrir una cuenta profesional. Ese tipo de cuenta exige que los usuarios hagan públicos sus datos, lo que significa que estos son visibles para toda la red social.
El regulador también acusaba a Instagram de que el contenido de las cuentas de menores de edad hubiera estado abierto, por defecto, en algunos momentos a todos los usuarios y que no estuviera restringido a los seguidores de esas cuentas.