Meta asegura que está trabajando por dotar de encriptación de extremo a extremo a las plataformas Facebook Messenger e Instagram. Sin embargo, no implementará esta protección hasta 2023, con el objetivo de conjugar el derecho a la privacidad de los usuarios con las investigaciones policiales.
La compañía tecnológica quiere que la encriptación de extremo a extremo sea la protección que tengan por defecto sus aplicaciones de mensajería, pero por el momento solo WhatsApp la ofrece. Esta tecnología hace que únicamente el emisor y el receptor puedan conocer el contenido de una conversación.
La directora de Seguridad, Antigone Davis, indicó en una columna publicada en The Telegraph que desde Meta se están tomando su tiempo. El despliegue completo a nivel mundial de la encriptación de extremo a extremo en todas las plataformas de Meta se completará en algún momento de 2023.
«Estamos decididos a proteger las comunicaciones privadas de las personas y a mantenerlas seguras en línea», aseguró Davis.
Tres enfoques
Mientras terminan con el despliegue, adoptaron un enfoque basado en tres puntos. Estos son: prevenir el daño antes de que ocurra, dar a las personas mayor control y responder rápidamente si ocurre algo.
En el primero de los casos, la compañía confía en la detección proactiva para identificar patrones de actividad sospechosos que puedan causar daño y tomar medidas antes de que eso ocurra. Se trata de tecnología que ya tienen implementada, y que están reforzando en especial para los usuarios menores de 18 años.
Para este grupo, establecieron por defecto las cuentas como privadas o que solo pueden contactar con amigos. Eso restringe que los adultos que forman parte de sus contactos puedan escribirles. También les muestran consejos sobre cómo evitar interacciones no deseadas.
En segundo lugar, Davis destacó las herramientas que facilitaron a los usuarios para que puedan decidir con quién hablan. Para concluir con su enfoque de tres pilares, mencionó las opciones que tienen para denunciar mensajes inapropiados.
No obstante, el despliegue de la encriptación de extremo a extremo tiene en el centro el debate entre la privacidad y la colaboración con las investigaciones policiales, como en casos de abuso de menores.
«A medida que implementemos el cifrado de extremo a extremo, usaremos una combinación de datos no cifrados en nuestras aplicaciones, información de cuenta e informes de los usuarios para mantenerlos seguros de una manera que proteja la privacidad mientras ayudamos en los esfuerzos de seguridad pública», expresó la directiva.