En la entrada de un restaurante de Gaza, los clientes son recibidos por una «máquina de desinfección» diseñada por una palestina con la intención de frenar la propagación del coronavirus en este enclave sumido en la crisis.
El aparato mide más de dos metros de alto y cumple dos funciones: al deslizar las manos por una ranura las desinfecta directamente con un aerosol y, al mismo tiempo, toma la temperatura. Si es demasiado alta, se enciende una luz roja, si no lo es se abren las puertas del establecimiento.
«En Gaza tenemos aparatos importados para medir la temperatura y otros para desinfectar pero nuestras máquinas combinan varias tecnologías», explica Hiba al Hindi, la diseñadora.
Esta licenciada en matemáticas de 37 años dirige la empresa «Creadores de innovación», que emplea a seis personas.
«Medio de lucha»
Juntos han diseñado una gama de aparatos para combatir la pandemia de covid-19. Sus ocho modelos tienen distintos tamaños y proponen diferentes tecnologías.
Todos ellos coloridos, uno parece un robot amarillo y azul y otro lleva el pictograma de un virus con una mascarilla blanca.
«Cuando el coronavirus llegó a la Franja de Gaza me dije que tenía que encontrar una manera de luchar contra la pandemia«, explicó Hindi a la AFP. «Surgió la idea de fabricar un esterilizador y diseñé estas máquinas».
En marzo muchos observadores advirtieron de los riesgos que representa el virus para la población de Gaza, una franja de tierra densamente poblada, bajo bloqueo israelí y minada por el desempleo.
Los pasos fronterizos con Israel y Egipto fueron cerrados rápidamente, salvo excepciones, y las personas a las que se autorizó entrar a Gaza tuvieron que aislarse un tiempo.
El ministerio de Salud palestino ha identificado oficialmente casi 5.600 casos de personas infectadas, incluidos unos 30 muertos, de una población de dos millones de habitantes.
Hamás, el movimiento islamista armado en el poder en Gaza, autorizó la semana pasada la reapertura de los mercados, restaurantes y mezquitas, pero se mantiene un confinamiento nocturno.
«Un viento de novedad»
«Nos enfrentamos a una fuerte demanda porque nuestras máquinas compiten con las importadas» en el enclave, afirma con orgullo Hiba al Hindi.
La empresa logra encontrar las piezas sueltas en el mercado local. Pero Israel prohíbe la exportación de aparatos electrónicos fabricados en Gaza.
«Nuestro objetivo no es obtener ganancias», insiste, sino promover una máquina palestina diseñada y fabricada en Gaza.
Por ahora «Creadores de innovación» ha vendido diez máquinas, cuyo precio oscila entre los 550 y los 1.500 dólares. Se instalaron en supermercados, panaderías o restaurantes tras haber recibido una patente del ministerio de Economía en Ramala, en la Cisjordania ocupada.
«Esta máquina es extraordinaria», cuenta entusiasmado Matar Matar, del restaurante Tabun, que compró una en cuanto se enteró por las redes sociales locales.
Además de tranquilizar a los clientes, esta innovación hace soplar «un viento de novedad y desarrollo» en el enclave.
Mohamed Natat, un joven licenciado en informática, participó «con gran orgullo» en el desarrollo de las máquinas y está encantado de que finalmente se utilicen «tecnologías diseñadas en Gaza».
Por desgracia son «demasiado caras» para Mohamad al Jamali, al frente de una pequeña tienda. Admite, sin embargo, que «sólo voy a comprar pan a una panadería que tenga este aparato».
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