El misterio de unas formaciones similares al paso de lava observadas en Marte ha sido resuelto por los expertos. Aseguraron que se trata de barro. Así lo informó Nature Geoscience.
Un equipo europeo de investigadores, entre ellos de la Universidad británica de Lancaster y del Instituto de Geofísica de la Academia Checa de Ciencia, llegó a esa conclusión tras hacer pruebas en las que se pudo recrear la temperatura y la presión atmosférica del planeta rojo, añade la revista científica.
En la superficie de Marte hay miles de esos accidentes geográficos, ubicados en general donde hay grandes canales formados por líquidos que fluyeron en la antigüedad.
Estos canales tienen cientos de kilómetros de longitud y al parecer fueron resultado de inundaciones de agua, pero que, cuando ésta se filtró en el subsuelo, pudo surgir en forma de barro.
Para ese análisis, los investigadores utilizaron la llamada Cámara de Marte de la Open University (Reino Unido) a fin de recrear las condiciones de la Tierra y las de Marte.
«Hemos realizado experimentos en una cámara vacía para simular la liberación de barro en Marte. Esto es de interés porque vemos muchas características del flujo (de líquido) en las imágenes tomadas por aparatos espaciales en Marte», señaló Lionel Wilson, profesor de Ciencias de la Tierra y el Planeta de la Universidad de Lancaster.
Pero esas marcas en el planeta no fueron vistas de cerca por ningún vehículo robot en la superficie, por lo que hay «ambigüedad sobre si non flujos de lava o de barro», añadió Wilson.
Para recrear el medio ambiente del planeta rojo, los científicos hicieron experimentos con unas temperaturas extremadamente frías, de unos 20 grados científicos bajo cero.
Así, llegaron a la conclusión de que el barro que fluyó en condiciones marcianas se comportó de una manera distinta al de la Tierra, debido a la rapidez con que se congeló.
En condiciones marcianas, el barro utilizado en el experimento dejó ondulaciones similares a las que deja la lava en volcanes de Hawai o Islandia. Sin embargo, en condiciones terrestres, el barro no deja a su paso el mismo tipo de huellas, añade la revista.
En el experimento también participaron expertos del Laboratorio Appleton Rutherford, de Reino Unido; el CNRS, de Francia; la Universidad Münster, de Alemania, y el CEED, de Noruega.