Internet llegó para optimizar el tiempo de las personas, pero también generó lo que hoy conocemos como multitasking, realizar varias tareas en simultáneo que pueden hacer que se deje a un lado lo más importante: la salud.
Programar una cita médica conlleva desplazamientos, lo que tiende a quitarle más tiempo a las personas que lo requieren, un proceso históricamente tedioso que se puede simplificar con ayuda de la tecnología.
Lo cierto es que más de 50% de las citas médicas se pierden o no se realizan por olvidos y problemas, o sólo la falta de simpleza en el proceso de concertar una consulta. De hecho, las estadísticas indican que en Latinoamérica 95% de las citas se concretan a través de llamadas telefónicas que, terminan demorando en promedio entre unos 8 y 9 minutos, en el momento que se realiza el contacto en sí. Sólo 5% lo hace vía Internet o cuenta con un sistema de apoyo y recordatorio digital.
El cambio de paradigma que se vive actualmente después de la pandemia ocasionada por el covid-19, con la tecnología avanzando a un ritmo vertiginoso, hace inevitable que desde nuestro sector se incluyan también soluciones tecnológicas que hagan que el paciente se sienta igualmente acompañado, entendido y escuchado.
La salud de los pacientes
Un ejemplo de incorporación tecnológica a la salud sería la implementación de la historia clínica electrónica ofrece la gran oportunidad de crear un círculo de seguridad para el paciente durante todo el proceso de atención, si cada persona tiene a su disposición la historia, este se sentirá más acompañado, porque sabrá que todos los involucrados conocen su caso y no tendrá que estar describiendo su cuadro una y otra vez.
Un sistema de turnos integrado puede ayudar no sólo a acelerar el flujo de pacientes dentro de una institución, sino también a que las personas se sientan mejor atendidas. Existen también aplicaciones médicas especializadas, provistas por instituciones de salud y que cubren un amplio espectro de servicios al paciente, que van desde la toma y medición de la glucemia hasta la llamada de urgencia ante una emergencia médica.
«Las tecnologías que están de moda en este momento serán lo normal en tres años. Será la noticia de ayer. Es por eso que el objetivo debería estar enfocado en mejorar los servicios digitales, para que más personas puedan acceder a datos e información que en la actualidad es limitada», dijo Michael Hoey, experto en la implementación de la tecnología en el sector de la salud, ha fundado varias compañías como Source Meridian, que buscan ayudar a los países en desarrollo a mejorar la transformación digital en lugares como hospitales y centros de atención.
Otra persona que coincide con el planteamiento de Hoey es José Miguel Avendaño, un venezolano que hace un año lanzó su propia plataforma conocida como -el waze de los hospitales-, pues a través de ella las personas pueden saber qué hospitales están cerca.
«Me di cuenta que necesitábamos un sistema informático para acceder a la ubicación de los centros asistenciales en Venezuela (…) porque actualmente no existe la información», explica Avendaño en su blog javenda.me, donde actualmente las personas pueden acceder al aplicativo. “Con ayuda de algoritmos y la información recopilada en algunos sitios puede montar la página web, las personas ingresan al mapa y saben qué hospital tienen más cerca, de esta manera se están ahorrando tiempo y costes”.
Sin duda alguna estas experiencias nos dejan ver cómo la tecnología llevadas a industrias como la de la salud pueden funcionar para crear sistemas innovadores que permiten automatizar procesos y a su vez ayudar a los usuarios, quienes son los que más requieren de los servicios.
El futuro de los procesos de atención
El reto de los sistemas de salud para la próxima década será facilitar la autonomía de los individuos y las familias, para que puedan participar más activamente en su propia salud y abrazar el diseño centrado en el paciente, para transformar la experiencia del cuidado.
Para personas como Hoey las herramientas tecnológicas también le permitirán a los médicos dedicarse exclusivamente a la atención de los pacientes, sin demorarse en tareas administrativas y focalizándose en lo que realmente importa. “En la actualidad, con la revolución digital, los pacientes pueden acceder fácilmente a la información necesaria para vivir una vida más saludable, recibir una atención más personalizada. Esa es la evolución hacia el empoderamiento del paciente y lo que necesita Latinoamérica”.
La tecnología se transforma entonces en una herramienta útil y amigable, que permite plantear otro tipo de escenarios posibles, donde se pueda optimizar el tiempo y llevar una mejor calidad de vida.
Por Stiven Cartagena.