Microsoft lanzó la nueva versión de su sistema operativo Windows 10 en noviembre en la que introdujo un nuevo mecanismo de actualización. El usuario con este sistema podrá, en lugar de descargar nuevas funciones, activar las que ya estaban presentes en la actualización anterior.
Esto es posible gracias a que la nueva actualización de Windows 10, la versión 1909, comparte el mismo núcleo de archivos del sistema que la edición anterior, la versión 1903. Aunque parte de estos archivos se encontraban en un estado «inactivo» o «durmiente», como explicó el soporte de Microsoft.
Como novedad, la actualización de noviembre de Windows 10 incluye un «paquete de activación». Es decir, se incluirá una herramienta que habilita las funciones que en la versión anterior se encontraban desactivadas, para así mejorar la calidad del lanzamiento.
Al utilizar este sistema, la actualización requiere solamente llevar a cabo un único reinicio. Esto reducirá el tiempo necesario de descargar porque solo se trata de descargar el paquete de activación de la versión 1909.
Sin embargo, Microsoft avisó que en los casos en los que los usuarios actualicen Windows 10 desde versiones antiguas, los paquetes de activación no están disponibles.
Desde este martes, el sistema de actualizaciones de Windows Update ya distribuye la versión 1909 de Windows 10, así como para su versión para servidores Windows Server Update Services, WSUS.