Un análisis químico de las grandes rocas, muchas de arenisca, llamadas sarsens, que componen el famoso monumento Stonehenge, parecen compartir un origen común a 25 kilómetros en West Woods, Wiltshire.
Los hallazgos respaldan la teoría de que las piedras fueron traídas a Stonehenge aproximadamente al mismo tiempo, contradiciendo una sugerencia previa de que un gran sarsen, la Heel Stone, se originó en las inmediaciones del monumento y se erigió antes que los demás.
Los resultados también pueden ayudar a los científicos a identificar la ruta que los antiguos constructores del monumento habrían tomado para transportar las enormes rocas a su famoso lugar de descanso.
«Hasta hace poco tiempo no sabíamos que era posible la procedencia de una piedra como los sarsenes -dice David Nash, el autor principal del estudio-. Ha sido muy emocionante usar la ciencia del siglo XXI para entender el pasado neolítico y responder a una pregunta que los arqueólogos han estado debatiendo durante siglos».
Dado que la tecnología para determinar los orígenes de las enormes zarandas, que se elevan a una altura de hasta 9 metros, pesan hasta 25 toneladas y constituyen la mayor parte de Stonehenge, no existía hasta hace poco, la mayor parte de la investigación ha girado en torno a las «piedras azules» más pequeñas del monumento, es decir, diversos tipos de roca que claramente no se recogieron localmente.
Para saber de dónde procedían las gigantescas rocas, Nash y sus colegas utilizaron la espectrometría de fluorescencia de rayos X portátil (PXRF) para caracterizar inicialmente su composición química, y luego analizaron los datos estadísticamente para determinar su grado de variabilidad química.
A continuación, los investigadores realizaron la espectrometría de masas con plasma de acoplamiento inductivo (ICP-MS) y la espectrometría de emisión atómica (ICP-AES) de muestras de un núcleo previamente perforado a través de una piedra arenisca y una serie de rocas areniscas de todo el sur de Gran Bretaña.
Después de comparar estas marcas, Nash y el equipo pudieron señalar a West Woods como el primer hogar de los sarsen. La razón por la que los constructores del monumento seleccionaron este sitio sigue siendo un misterio, aunque los investigadores sugieren que el tamaño y la calidad de las piedras de West Woods, y la facilidad con la que los constructores pudieron acceder a ellas, pueden haber influido en la decisión.