Era un 13 de abril de 1970 cuando la misión Apolo 13 de la NASA registró una anomalía durante su viaje de ida hacia la Luna, que acabó convirtiéndose en una real odisea del espacio e inmortalizó la frase: Houston, tenemos un problema.
Dos días después del despegue, a las 9:08 pm, el astronauta Jack Swigert se puso en contacto con el control de misión en Houston para decir «Bien, Houston, tenemos un problema aquí». El mensaje lo dio justo después de observar una luz de advertencia en el panel de control de la nave, acompañada de un estallido. La explosión provino de los tanques de oxígeno en el módulo de servicio. En la imagen se muestran los daños, observados tras la separación del módulo de mando.
Desde Houston, se contestó «Aquí Houston. Repita, por favor». Seguidamente, el comandante de la misión, Jim Lovell, repitió. «Eh, Houston, tenemos un problema». «Tenemos una bajada de tensión en BUS PRINCIPAL B», añadió. «Entendido, bajada de tensión en el BUS PRINCIPAL B«, se respondió desde la Tierra. «Bueno, esperen Trece, estamos revisándolo», se agregó.
Entretanto, una gran cantidad de luces de advertencia se encendieron en serie indicando la pérdida de dos de las tres fuentes generadoras de energía, informa Wikipedia.
Como resultado, la NASA se vio obligada a abandonar sus planes de realizar el tercer alunizaje tripulado. Los tanques destruidos proporcionaban soporte vital a los astronautas, por lo que el nuevo reto consistió en devolverlos sanos y salvos a la Tierra.
El plan de rescate consistió en utilizar el módulo lunar Acuario como bote salvavidas y en aprovechar la inercia del paso por la órbita lunar para conseguir velocidad y poder alcanzar la Tierra. El fracaso de la misión lunar terminó siendo un éxito de la historia espacial al conseguir que los tres astronautas volvieran vivos a la Tierra.
Desde entonces, la frase «Houston, tenemos un problema· se ha popularizado, usándose para dar cuenta -de manera informal- del surgimiento de un problema imprevisto.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional