«Esperaba tener un bebé grande porque tenía diabetes gestacional, pero no tan grande». Así comienza su historia Emma Millar, madre de Remi Frances, una niña que pesó casi 6 kilos al nacer. En concreto, 5,88 kilogramos.
La pequeña nació el pasado 7 de octubre, luego de una cesárea de emergencia en el Hospital Wollongong de Australia. El personal sanitario no recuerda haber atendido un parte de un recién nacido con ese peso, reseñó The Sydney Morning Herald.
Los padres de Remi contaron al diario que la niña nació a las 38 semanas y dos días. «A las 35 semanas, una ecografía reveló que pesaba unos 4 kilos, pero no creíamos que crecería mucho más», explicó su madre.
Emma estaba tranquila porque ya había pasado por otros dos embarazos y los hermanos de la bebé tampoco fueron pequeños: Willow, de dos años, pesó 5.5 kilos, y Ace, de 4, se quedó en los 3.8 kilos al nacer.
«No creo que hubiese podido tener un parto natural con ella», reconoció. De acuerdo con el portal, la familia está sorprendida, pero tranquila porque la recién nacida está sana.
El último informe del Instituto de Salud del gobierno de Australia, de 2017, indica que casi 4 de cada 10 bebés australianos pesan entre 3 y 3.5 kilos al nacer.