Los robots son una posible solución puesta a prueba en Japón para desempeñar durante la pandemia funciones de camarero o cartero, entre otras profesiones de alta exposición al virus y para las que escasea la mano de obra.
El Pepper Parlor es una de las muchas cafeterías sofisticadas del distrito tokiota de Shibuya. Se diferencia del resto en que casi todo su personal está formado por robots.
El establecimiento sirve de escaparate para los autómatas comercializados por el gigante tecnológico Softbank dirigidos a negocios como bares y restaurantes.
Una legión de humanoides del popular modelo Pepper recibe a los clientes, mide su temperatura corporal, les recuerda la mascarilla y toma sus pedidos. Mientras, un nuevo tipo de autómata, bautizado como Servi, lleva a las mesas las comidas y bebidas.
División del trabajo
La rama de robótica de Softbank apostó en un principio por modelos como Pepper, lanzado en 2015 y diseñado para el entretenimiento y la comunicación. A raíz de la pandemia ha decidido centrarse en aquellos que cubran la demanda creciente para «operar sin contacto», explica a Efe Dai Sataka, director de negocios de la empresa.
«Las reacciones de los usuarios ante los robots son positivas porque les parece que reduce el riesgo de contagio del virus en Japón», afirma Sataka. Antes de la pandemia la compañía era poco partidaria de sacar adelante su prototipo de camarero-robot por temor a una mala acogida en Japón, donde se cuida mucho la atención al cliente.
Servi, que saldrá a la venta el próximo enero, es capaz de transportar bandejas con comida y bebida desde la cocina hasta donde corresponda. Puede esquivar obstáculos móviles o fijos a su paso, y para operarlo solo es necesario introducir el número de mesa.
Sataka, que asegura que han recibido numerosos pedidos de empresas niponas interesadas en «reducir sus costes de personal y descargar de trabajo a sus empleados», afirma además que, según los test realizados por la empresa, el robot permite al personal humano «atender mejor a los clientes».
A su juicio, la tecnología actual de robótica está aún a «varias décadas» de poder reemplazar totalmente a los humanos en estas tareas. La estrategia actual de su empresa es «promover la división del trabajo» entre máquinas y trabajadores de carne y hueso.
¿Solución de futuro?
La compañía de correos Japan Post también ha comenzado a probar durante la llegada del virus un prototipo de robot sdiseñados para transportar correo. Es un aparato que se desplaza por la acera y que gracias a sus cámaras puede cruzar pasos de peatones o detenerse.
Este proyecto comenzó el año pasado y se vio acelerado por «las peticiones crecientes de clientes para recibir cartas y paquetes sin tener contacto físico» con los repartidores, explica a Efe Takashi Ueda, director general de operaciones e innovación de Japan Post.
El robot DeliRo, desarrollado por la compañía nipona ZMP y capaz de transportar hasta 35 kilos de peso, recorre por ahora un único trayecto de unos 700 metros entre una oficina de correos y un hospital de Tokio.
Estas pruebas servirán para que las autoridades elaboren una normativa vial específica para el funcionamiento de robots, sobre los que existe un vacío legal, señala Ueda. El empresario confía en que la empresa pueda desplegar una flota de autómatas de este tipo en los próximos 3 años.
Japon Post considera que los robots tiene potencial para evitar el virus sobre todo en zonas rurales del país. En este sector la compañía postal cuenta con insuficiente mano de obra.
Son muchas las empresas niponas que testan actualmente robots en diferentes funciones. Entre ellos «avatares» operados a distancia para tareas de cara al público. O el autómata Model T empleado en varias tiendas de 24 horas de Tokio, donde es teledirigido por trabajadores humanos para reabastecer los estantes.
El sector de los servicios es uno de los más afectados por la carestía de mano de obra en Japón, un problema acrecentado en los últimos años debido a la baja natalidad.
En Japón hay 103 puestos de trabajo por cada 100 personas en busca de empleo, según los últimos datos disponibles de septiembre, mientras que la tasa de paro se mantuvo ese mes en el 3%.