El cofundador y exconsejero delegado de Twitter Jack Dorsey dijo este jueves que se arrepiente de haber convertido la red social en una empresa, en medio del escándalo que salpica a la plataforma tras el testimonio de su exresponsable de seguridad.
«El mayor problema y mi mayor arrepentimiento es que Twitter se volviese una empresa», dijo Dorsey en un mensaje en la red social.
Twitter se ve envuelto en una gran polémica desde que el martes un exejecutivo de la compañía denunciara que tiene graves problemas de ciberseguridad, ha mentido a las autoridades sobre ellos y no tiene ni capacidad ni interés para determinar el número de cuentas falsas que hay en la red social.
Peiter «Mudge» Zatko, exjefe de seguridad de Twitter, informó de todo ello en un informe trasladado el mes pasado al Congreso estadounidense y a varias agencias federales y cuyo contenido fue divulgado por el diario The Washington Post y la cadena CNN.
Según estos medios, la información interna compartida por Zatko describe una empresa con importantes problemas de gestión, que entre otras cosas permite que demasiados empleados accedan a sus controles centrales y a información sensible sin supervisión adecuada.
Asegura que uno o más empleados pueden estar trabajando para servicios de inteligencia extranjeros y denuncia que ejecutivos de la empresa han mentido a accionistas y reguladores sobre las importantes deficiencias de seguridad de la red social.
La queja dice que se han detectado en la compañía «deficiencias atroces, negligencia, ignorancia deliberada y amenazas a la seguridad nacional y la democracia».
Zatko también señala que Twitter no borra adecuadamente los datos de usuarios que cancelan sus cuentas, en algunos casos porque ha perdido la información, y que ha engañado a los reguladores al respecto.
Su informe hace referencia además a la cuestión de los «bots» que pueblan la red social y que están en el centro del juicio que enfrentará a Twitter y al multimillonario Elon Musk, después de que este decidiera cancelar la compra de la empresa, en parte porque cree que no ha dicho la verdad sobre el número de cuentas falsas.
Según el exejecutivo, Twitter no tiene los recursos necesarios para conocer realmente el número de «bots» y sus principales responsables tampoco están interesados en lograrlo.
Zatko trabajó en la compañía entre noviembre de 2020 y enero de este año, cuando fue despedido.