Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, identificaron una forma potencial de erradicar la infección por VIH que permanece latente dentro de las células inmunitarias infectadas. Esa es la causa que impide erradicar completamente la infección en el paciente, explicaron en la revista Science.
Al estudiar las células inmunitarias, los investigadores demostraron que estas tienen un sistema de alarma natural que detecta la actividad de una proteína de la infección del VIH. En lugar de atacar al virus en función de su apariencia, esta estrategia consiste en atacar el virus en función de lo que está haciendo: actividades vitales que se requieren para que exista el virus.
El tratamiento contra la infección del VIH mejoró enormemente durante los últimos 30 años. En su momento era una sentencia de muerte, pero ahora es una enfermedad manejable de por vida en muchas partes del mundo. La esperanza de vida es aproximadamente la misma que la de las personas sin VIH, aunque los pacientes deben seguir un régimen estricto de terapia antirretroviral.
Esta terapia antirretroviral evita que el VIH existente se replique, pero no puede eliminar la infección. Muchos ensayos clínicos en curso están investigando posibles formas de eliminar la infección por completo.
El virus es casi imposible de erradicar porque el sistema inmunológico no puede mantenerse al día con su tasa de mutación inusualmente rápida; es decir, modifica constantemente su apariencia para evadir el ataque inmunológico, similar a un espía que cambia de apariencia para evadirse. Así como las células inmunitarias del cuerpo aprenden a reconocer una manifestación del virus, este ya se transforma en múltiples disfraces nuevos.
El disfraz del virus
«Cuando identificamos una parte del sistema inmunológico que podía reconocer y atacar una función central del virus del VIH, en lugar de lo que parece, fue realmente emocionante”, señala el autor principal Liang Shan, profesor asistente.
Y añade: “Una analogía podría ser que es relativamente fácil cambiarse de ropa o de peinado para pasar desapercibido, pero es imposible ocultar el funcionamiento».
«Esto es emocionante porque plantea la posibilidad de eliminar todo el virus latente en un solo paciente, sin importar la amplitud de las mutaciones. Para los pacientes, aunque sean constantes con la terapia y no experimenten ningún síntoma, disponer de un tratamiento que pueda cambiar su estado de VIH de positivo a negativo tendría un enorme impacto en sus vidas», afirma.
Esta estrategia se basa en la detección de la actividad de una proteína específica, llamada proteasa del VIH, que el virus necesita para replicarse y propagarse.
Los investigadores identificaron un sistema de alarma natural, que se encuentra dentro de las células inmunitarias humanas y se llama inflamasoma CARD8. Este reconoce la proteasa activa del VIH y activa un programa de autodestrucción para eliminar la célula infectada.
Desafortunadamente, el VIH puede existir durante mucho tiempo en la célula sin que se active la alarma. Cuando está dentro de las células, la proteasa del VIH está inactiva, se mantiene baja y el inflamasoma CARD8 no puede detectarla.
«El virus es inteligente. Normalmente, la proteasa del VIH no tiene ninguna función dentro de las células infectadas. La proteasa viral solo se activa una vez que el virus abandona las células infectadas. Fuera de las células, no hay CARD8 para detectar la proteasa activa», explica el experto.
Medicamentos que funcionan
Shan y sus colegas demostraron que ciertos medicamentos obligan a la proteasa del VIH a mostrarse prematuramente, cuando el virus aún se encuentra dentro de la célula inmunitaria. Allí, la proteasa activa del VIH desencadena el inflamasoma CARD8, desencadenando una serie de eventos que destruye la célula infectada y el virus que la acompaña.
«Descubrimos que nuestro sistema inmunológico puede reconocer esta función proteica clave, no la secuencia de la proteína, que el virus cambia constantemente a través de la mutación. La proteasa del VIH no puede mutar porque su función es necesaria para completar el ciclo de vida del virus. De lo contrario, es un virus muerto», señala.
Uno de los medicamentos que obliga a la proteasa del VIH a activarse se llama efavirenz (comercializado como Sustiva). Es parte de una clase de medicamentos llamados inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos (Innti). Se utilizan para tratar el VIH desde la década de 1990.
Los resultados
Los investigadores también encontraron que efavirenz y otros Innti no activarán la proteasa del VIH a menos que el virus esté despierto, como apunta Shan. Y en los pacientes que reciben terapia contra el VIH, el virus está inactivo. Muchos ensayos clínicos que buscan curas para el VIH utilizan un método de choque y muerte, despertando el virus con un medicamento y luego atacándolo con una variedad de estrategias de investigación.
También demostraron que el inflamasoma CARD8 puede desencadenar la muerte de células inmunitarias humanas infectadas con subtipos de VIH de todo el mundo, incluidas cepas comunes en América del Norte, Europa, África y Asia.
«Nos gustaría identificar o desarrollar compuestos que hagan un trabajo aún mejor en la activación de la proteasa del VIH que los Nnrti y en dosis más bajas. Este estudio sirve como guía para desarrollar nuevos medicamentos que tienen el potencial de eliminar el reservorio inactivo del VIH», concluye.