Desde hace décadas, los vehículos no tripulados controlados a distancia ya forman parte de los recursos utilizados por los militares de Estados Unidos enoperaciones de inteligencia y ataque desde el aire. En el último mes, el ejército estadounidense comenzó a evaluar el dron Black Hornet PRS, un modelo compacto que los soldados pueden utilizar para realizar un reconocimiento avanzado en el campo de batalla.
Desarrollado por la firma FLIR, especializada en cámaras térmicas y sistemas de medición, el Black Hornet PRS es un dron de 16,8 centímetros de largo y 33 gramos que se asemeja a un pequeño helicóptero. Con un funcionamiento silencioso, alcanza una velocidad de 6 metros por segundo y tiene una autonomía de hasta 25 minutos de vuelo y permite realizar establecer una transmisión encriptada en vivo de su cámara termal con visión nocturna, con un rango de hasta 2 kilómetros.
Una vista del equipo de control y monitoreo del dron de reconocimiento de FLIR.
El dron Black Hornet PRS está siendo evaluado por la división de infantería paracaidista del Ejército de Estados Unidos, y los gobiernos de Reino Unido y Francia ya cuentan con esta tecnología, que tiene un costo de unos 60 mil dólares por unidad.
Con un peso de 33 gramos, el dron Black Hornet comenzó a ser evaluado por el ejército estadounidense en Afganistán.
Además de la propuesta de FLIR, firmas como el fabricante francés de drones Parrot también está enfocado en desarrollar un equipo de corto alcance para asistir a los soldados en el campo de batalla, con cámaras que ofrecen video 4K, fotos de 21 megapixeles y una autonomía de vuelo de hasta 25 minutos.