Un prototipo de cohete de SpaceX estalló al aterrizar este martes tras un vuelo de prueba, mostraron imágenes emitidas por la compañía.
Se trata de la segunda explosión de este tipo, ya que el último prototipo sufrió un destino similar en diciembre de 2020.
«Volvimos a tener un excelente vuelo», dijo un portavoz de SpaceX al comentar el vuelo de prueba, transmitido en vivo.
«Solo debemos trabajar un poco en el aterrizaje», agregó.
El fundador de SpaceX, Elon Musk, se mantuvo inusualmente callado en las redes sociales, después de haber anunciado la noche del lunes que estaría «fuera de Twitter por un tiempo».
El cohete de acero denominado SN9 fue autorizado para despegar desde Boca Chica, Texas, por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), que antes había retrasado la autorización tras determinar que el último lanzamiento de SpaceX había violado los términos de su licencia.
El cohete fue lanzado sin problemas y apagó progresivamente sus motores a medida que alcanzaba una altura de 10 kilómetros, luego realizó una serie de maniobras de prueba en posición horizontal.
Cuando el cohete intentó regresar a una posición vertical para aterrizar, comenzaron los problemas, y las imágenes mostraron que llegó demasiado rápido y en un mal ángulo.
Aterrizó con un estruendo ensordecedor y estalló en llamas y una nube de polvo, pero el fuego no se extendió.