Desde que el empresario Elon Musk adquirió la red social Twitter, el pasado lunes 25 de abril, el interés por trabajar en la plataforma creció más de 250%, según consignó un artículo de la revista Fortune. No obstante, desde la publicación especializada en economía también advirtieron que los empleados actuales están «nerviosos» con la llegada del multimillonario.
«Mientras que innumerables fans de Musk, y una ligera mayoría de estadounidenses -el 59%- aprueban la adquisición, según datos recientes de The Harris Poll, a algunos empleados actuales de Twitter les preocupa que cambie drásticamente la cultura y la dirección general de la empresa», sostiene la nota del periodista Colin Lodewick.
El artículo de Fortune fue difundido a través de las redes sociales y trajo cierta controversia, por lo que el propio Musk se encargó a aclarar algunos puntos a través de su cuenta de Twitter personal. El flamante titular de la plataforma explicó cuál es su visión de la red social y además dio una idea de lo que pueden esperar los empleados bajo su liderazgo.
«Si se completa la adquisición de Twitter, la empresa estará súper centrada en la ingeniería de software hardcore, el diseño, la infoseguridad y el hardware de servidor», escribió el titular de SpaceX y Tesla.
Musk remarcó que cree «firmemente» que todos los gerentes en un área técnica deben ser «técnicamente excelentes». Y graficó el concepto: «¡Los gerentes de software deben escribir un gran software o es como ser un capitán de caballería que no puede montar a caballo!», sostuvo.
Por último, habló de cómo será ética laboral durante su gestión e hizo una advertencia. «Además, las expectativas de ética laboral serían extremas, pero mucho menos de lo que me exijo a mí mismo», aclaró el multimillonario nacido en Suráfrica.
¿Cómo hizo Elon Musk para quedarse con Twitter?
Elon Musk empezó a comprar acciones de Twitter en enero de este año y llegó a tener una participación de 5% en la empresa el 14 de marzo. Sin embargo, el 14 de abril anunció por primera vez su intención de adquirir la red social.
Ofreció 54,20 dólares por acción, y aunque en un principio la idea no fue vista con buenos ojos por parte del Consejo de Administración, en dos semanas cerró con éxito un acuerdo para quedarse con Twitter por 44.000 millones de dólares.
«La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad», dijo el empresario de 50 años el día que se conoció la noticia de su avance en las negociaciones con la red social. Y remarcó su intención es que la plataforma «sea mejor que nunca».
«También quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca, mejorando el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autentificando a todos los humanos», precisó el multimillonario. «Twitter tiene un enorme potencial: estoy deseando trabajar con la empresa y la comunidad de usuarios para desbloquearlo», agregó.