Cuando dos agujeros negros se fusionan hay un breve período en el que el nuevo agujero negro envía ondas gravitacionales débiles. Hasta ahora los científicos asumían que sería demasiado difícil detectar el sonido con tecnología y se tendría que esperar décadas hasta lograrlo.
Pero los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) analizaron una colisión de agujeros negros detectada en 2015. En el intento hallaron el modo de extraer el sonido del momento de la colisión y aislaron un timbre específico de la región espacial que se formó como resultado.
«Esto es emocionante para la comunidad, porque muestra que este tipo de estudios son posibles ahora, no en 20 años», dijo Isi.
La teoría de la relatividad de Albert Einstein afirmaba que un agujero negro, producto de la colisión, debería «sonar» al momento de su formación. Para Einstein las únicas características del agujero negro quedarían registradas en este sonido.
Los autores del trabajo identificaron el patrón del sonido de la colisión. Luego, usaron las ecuaciones de Einstein, calcularon la masa y el giro que debería tener el agujero negro resultante.
La importancia de este estudio es que respalda la noción de que los agujeros negros carecen de propiedades extrañas y adicionales a las predichas por Einstein.
«Todos esperamos que la relatividad general sea correcta, pero esta es la primera vez que lo confirmamos de esta manera», señaló Maximiliano Isi, del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT y autor principal del estudio.