Genomas completos recién secuenciados de perros antiguos revelan un legado genético complicado que refleja una larga historia compartida con los humanos de más de 11.000 años.
“El perro es el animal doméstico más antiguo y tiene una relación muy larga con los humanos. Por lo tanto, comprender la historia de los perros nos enseña no solo su historia, sino también la historia de los humanos”, destaca en un comunicado Anders Bergström.
El experto es el autor principal del nuevo estudio genómico, realizado en el The Francis Crick Institute de Londres.
Si bien la antigüedad del vínculo inextricable entre perros y humanos es bien reconocida, su origen, dónde y cuándo comenzó, permanece envuelto en la historia. Hasta la fecha, pocos genomas completos de perros y lobos han estado disponibles para análisis. Como resultado, se sabe muy poco sobre la historia de la población de perros prehistóricos y cómo se relaciona con los humanos.
Con su trabajo, publicado en Science, Bergström y sus colegas amplían enormemente el número de genomas de perros antiguos y presentan 27 nuevas secuencias de genomas completos. Estos son de hasta 11.000 años de antigüedad.
Los resultados
Al analizar estos nuevos datos junto con otros genomas de perros antiguos y modernos, los autores encontraron que todos los perros comparten una ascendencia común distinta de los lobos actuales. Además, tienen un flujo genético limitado de los lobos desde la domesticación, pero un flujo genético sustancial de perro a lobo.
El momento y la ubicación precisos de la domesticación siguen siendo esquivos. Sin embargo, los resultados indican que al menos cinco linajes de perros principales ya se habían diversificado hace 11.000 años. Esto sugiere una historia genética considerable durante el Paleolítico.
Bergström y su equipo también compararon los genomas de perros antiguos con datos conmensurables de todo el genoma humano antiguo. Revelaron aspectos de la historia de la población de perros que probablemente reflejan su migración junto con los grupos humanos, así como casos en los que las historias de la población no se alinean.
Juntos, los hallazgos subrayan la compleja historia común de los perros con los humanos. En 2016, por ejemplo, un estudio reveló una profunda división entre los perros de Eurasia occidental y Asia oriental. En 2018, otro estudio mostró que los primeros perros de América del Norte llegaron junto con los humanos y no se domesticaron por los lobos de América del Norte, sino por una antigua raza de perro de trineo siberiano.