Desde hace algunas semanas, las salas de las casas de millones de personas se han convertido en sus oficinas, salones y salas de reuniones gracias a la seguridad que brindan las videoconferencias. Con más de la mitad de los habitantes del planeta en sus casas por el aislamiento, las plataformas de videollamadas se han convertido en la mejor manera de comunicarse.
En marzo, revelaron las cifras de AppAnnie, aplicaciones como Zoom, Teams y Houseparty rompieron récords en descargas en Estados Unidos y en otros países del mundo.
No obstante, en las últimas semanas han surgido dudas de seguridad y privacidad en cuanto a las videoconferencias. El gabinete de Taiwán prohibió hace una semana el uso de Zoom y empresas como SpaceX de Elon Musk, Apple y Google tomaron decisiones similares.
De acuerdo con Pilar Sáenz, coordinadora de proyectos en Fundación Karisma, cuando se trata en particular de aplicaciones de video «no hay ninguna que cumpla a cabalidad con el estándar mínimo de máxima privacidad». Y agrega que hay que tener ciertos cuidados a la hora de utilizar estos servicios. Estas son algunas recomendaciones.
Actualizaciones
Uno de los factores más importantes para tener mayor seguridad a la hora de utilizar una plataforma es mantener el software actualizado.
Y no solo el de la aplicación que se utilice para las videoconferencias, sino también el del sistema operativo y el del navegador. Generalmente, en las últimas versiones de cada uno de estos softwares, además de añadir nuevas funcionalidades, los desarrolladores instalan nuevos parches de seguridad.
Por otro lado, es importante que descargue todas las aplicaciones desde sitios confiables para evitar que virus ingresen a los dispositivos.
Pros y contras
Estas plataformas permiten reuniones entre varias personas sin tener que estar en el mismo espacio, aspecto que las hace muy funcionales. Se pueden hacer presentaciones, compartir pantalla y grabar la reunión, o hacer transmisiones en vivo.
Asimismo, en algunas apps se puede administrar a los participantes de la reunión, dar la palabra, silenciar y hasta expulsar personas. Entre sus desventajas figura la exigencia de ancho de banda para una experiencia óptima. La mayoría de app que ofrecen más recursos también exigen más capacidad tanto del equipo como de la conexión.
¿La más privada?
Las apps de videoconferencias más utilizadas, como lo son Zoom, Skype, Bluejeans, Hangouts, Teams o Jitsi, no poseen un cifrado de extremo a extremo para cumplir con los estándares de seguridad. Sin embargo, esta última plataforma es la que más se acerca a un espacio seguro.
Jitsi maneja un propio servidor, en el cual es posible garantizar el tráfico cifrado y el ancho de banda necesario para soportar la videoconferencia. Algo que en términos de privacidad, sería la mejor opción.
No compartir datos
Es importante que se tenga en cuenta que siempre va a existir algún riesgo en este tipo de aplicaciones y lo mejor es que no se expongan los datos en ellas.
No publicar fotos propias ni de sus familiares o amigos, así como información sensible en las videoconferencias, como lo pueden ser datos de tarjetas de crédito o la dirección. Estos medios no son los ideales para transmitir datos confidenciales. Con esta información, ciberdelincuentes podrían suplantar la identidad y robar o extorsionar.
No abrir links raros
Al momento de descargar una aplicación de videoconferencias, lo que recomiendan los expertos es no utilizar enlaces de instalación sin verificar su procedencia. Por ejemplo, en el caso de Zoom, se ha registrado el uso de enlaces parecidos al oficial para hacer ataques de phishing y robar información.
Por otro lado, también es importante que no se sigan los enlaces publicados en el chat de una conferencia a menos que se conozca la procedencia o contenido. Los enlaces no deseados o de sitios no confiables suelen usarse para diseminar malware.
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