Científicos de la Universidad de Ben Gurión, en el Neguev, Israel, han desarrollado un método para detectar el covid-19 en aguas residuales de los desagües. La técnica podría ayudar a calcular la incidencia del virus y predecir futuros brotes.
Recientemente se determinó que el virus SARS-CoV-2, que causa el covid-19, está presente en las heces y puede localizarse en aguas de los desagües. Por ello, un equipo encabezado por Ariel Kushmaro, del Departamento de Ingeniería de Biotecnología, cree que la metodología que han diseñado podría añadirse a los habituales análisis que se realizan al agua residual. De esta forma se pretende determinar con mayor precisión la extensión del contagio en la actualidad y alertar sobre futuros rebrotes.
El equipo que encabeza estudió múltiples muestras de aguas residuales recogidas en plantas de tratamiento de distinto tamaño de Tel Aviv y en tuberías de desagüe. Los científicos encontraron una mayor concentración del virus en aquellos sectores en los que la incidencia había sido mayor, como en el ultraortodoxo de Bnei Brak.
Así consideran que un estudio de esas aguas puede indicar la extensión del virus de una manera más acertada. Lo que supone una mejora de los indicadores que se utilizan ahora.
Por el momento se desconoce si el virus localizado en esas aguas puede ser una fuente de contagio. Otros coronavirus, como el SARS, solo sobrevivían en aguas residuales por debajo de los 20 grados centígrados. Esta cuestión es especialmente importante en un país como Israel, pionero en la reutilización de aguas para regadío.