*CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Calentamiento oceánico, tan peligroso como una bomba atómica por segundo

por Avatar GDA | El Nuevo Día | Puerto Rico

El calentamiento global se ha convertido en una de las peores amenazas para la humanidad, y es que el daño que ha provocado en el planeta, especialmente en los océanos, sería equivalente a los efectos de una bomba atómica por segundo durante los últimos 150 años, según reveló una nueva investigación publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences

De acuerdo con este artículo, más de 90% del calor atrapado en las emisiones de gases de efecto invernadero de la humanidad tuvo que ser absorbido por los mares, y un pequeño porcentaje es el que calienta la tierra y los casquetes polares. 

Esto quiere decir que la gran cantidad de energía que se concentra en los océanos es la encargada de aumentar el nivel del mar, lo que a su vez provoca la formación de huracanes y tifones más intensos. Así lo han revelado las últimas mediciones, demostrando que el calor oceánico es fundamental para predecir el futuro del cambio climático. 

De acuerdo con un cálculo realizado por el diario británico The Guardian, el calentamiento promedio durante los últimos 150 años fue equivalente a cerca de 1.5 bombas atómicas del tamaño de la de Hiroshima por segundo, pero con el paso de los años el calor se ha acelerado, lo que sería algo equivalente a entre tres y seis bombas por segundo. 

Traducido de otra forma, la energía que han absorbido los océanos en este siglo y medio ha sido unas 1,000 veces superior al consumo anual de energía de toda la población mundial. Considerando que las emisiones de carbono aumentan cada vez más en el planeta y que los cambios fueron principalmente inducidos por el hombre. 

Para determinar estas cifras, los científicos encargados de la investigación combinaron medidores de la temperatura superficial del océano desde el año 1871, basándose en modelos computarizados de circulación oceánica, señalando que este estudio abre una nueva y emocionante forma de estudiar el calentamiento del océano, además de usar mediciones directas.