Desde mediados de julio se dio a conocer un particular invento que cambió las ‘dinámicas higiénicas’ –o más bien les brindó una singular añadidura– de los estudiantes de un campus de la universidad de Uslan, en Corea del Sur. Y es que el Instituto de Nacional de Ciencia y Tecnología presentó ‘BeeVi’, un inodoro que le paga a quien lo use.
La persona que haga sus necesidades en BeeVi recibirá unidades de Ggool, una criptomoneda habilitada para comprar productos en algunas tiendas de la universidad.
¿Por qué un inodoro le pagaría por usarlo?
«Las heces tienen un valor precioso para producir energía y abono»
BeeVi se ha mostrado como una alternativa ecológica y sostenible para la creación de diversas energías combustibles. Según Cho Jae-weon, profesor que dirigió la investigación y la manufactura del invento, la idea esencial es que los desechos humanos se conviertan en biogás y abono para diversos usos.
“Las heces tienen un valor precioso para producir energía y abono”, puntualizó durante la presentación de BeeVi.
Según explicó Cho, las heces de los estudiantes van por un conducto subterráneo hasta un tanque que está capacitado para separar los desechos y convertirlos en Metano, el cual se convertirá en energía para el mismo edificio que albergue el BeeVi.
Las conclusiones de los investigadores de Uslan indicaron que “una persona defeca alrededor de 500 g al día de media y esta cantidad se puede convertir en 50 litros de gas metano. Este gas puede crear 0.5 kilovatios de electricidad o usarse para conducir un automóvil durante aproximadamente 1.2 kilómetros”.
Ahora bien, ante la posible resistencia al invento, Cho planeó que hubiese una suerte de pago. Fue por ello que creó el sistema de criptomonedas Ggool. Un estudiante recibe, aproximadamente, 10 Ggool diarios por usar el inodoro.
¿Cómo canjear los Ggool tras ir al baño? Los estudiantes del campus pueden ir a una tienda para comprar café o libros por medio de un código QR.
Los primeros pasos de este inodoro fueron registrados por el equipo de investigación del profesor Cho. La instalación de un BeeVi tuvo respuesta positiva tanto en la comunidad universitaria como en el impacto medioambiental del edificio. Sin embargo, se proyectaría que el invento se convierta en la ‘generalización’ de los baños de toda la institución.
Según los medios locales, varios estudiantes indicaron que, desde que conocieron ‘BeeVi’, planean qué comprar una vez salgan del baño con sus respectivas criptomonedas.
Cho Jae-Weon lleva varios años trabajando en el mencionado Instituto Nacional. Es profesor de ingeniería urbana y ambiental.