Nick Hague, astronauta de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), y el cosmonauta Alexéi Ovchinin, quienes sobrevivieron a la falla del lanzamiento de una nave rusa llamada Soyuz MS-10 este jueves, serán enviados a la Estación Espacial Internacional (EEI) en la primavera de 2019.
Una falla en los propulsores obligó a los astronautas a regresar a la Tierra, expulsando a los tripulantes en una cápsula y haciendo que la nave entrara en el campo terrestre con una «trayectoria balística» y aterrizó a 20 kilómetros de una ciudad en Kazajistán, afirmaron fuentes rusas que fueron avaladas por la NASA.
«El equipo de rescate ya localizó a la tripulación. Los médicos no detectaron lesiones ni a Alexéi Ovchinin ni a Nick Hague», dijo la fuente rusa.
El gobierno suspendió todas las actividades relacionadas con Soyuz debido a que estos hechos se asimilaron a los eventos de 1983, pero mantienen el objetivo de mandar a los astronautas a la EEI, quienes están sometidos a los exámenes médicos pertinentes para dirigirse al espacio en 2019.
«Estamos de vuelta en la Ciudad de las Estrellas (Moscú). Los chicos volarán definitivamente. Planeamos su vuelo para la primavera del próximo año», tuiteó Dmitry Olegovich Rogozin, director general de Roscosmos, en Twitter.
La Soyuz MS-10 se dirigía a la EEI para una misión de seis meses, y Hague y Ovchinin se iban a sumar a los tres tripulantes que ya están en la plataforma orbital internacional, de manera que los planes de vuelo se tienen que revisar luego el incidente del jueves.
Las causas de la falla del cohete se investigarán para que los astronautas puedas completar su misión y acompañar al comandante de la plataforma, Alexander Gerst, de la Agencia Espacial Europea, la ingeniera de vuelo de la NASA Serena Auñón-Chancellor y el ingeniero de vuelo de Roscosmos Serguéi Prokópiev.