El agua formó ríos y lagos en Marte durante cortos períodos cálidos, según constató un equipo internacional de científicos gracias al análisis de arcillas marcianas.
Los resultados se publican en la revista Nature Astronomy, en un artículo que firman, entre otros, científicos del Centro español de Astrobiología, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
El clima primigenio de Marte supone un enigma para la comunidad científica porque, por un lado, las características de la superficie, con redes de valles fluviales, deltas y cuencas de antiguos lagos, indican que hubo abundante agua líquida, recuerda el CSIC en una nota de prensa.
Las arcillas y sulfatos encontrados en muchas rocas de la superficie necesitaron agua para formarse y la presencia de agua líquida habría implicado temperaturas cálidas.
Los modelos climáticos no apoyan la existencia de un clima lo suficientemente cálido para mantener agua líquida en la superficie.
En este nuevo artículo, los científicos han concluido que períodos cálidos de corta duración, entre 25° y 40°, ocurridos esporádicamente en un Marte primigenio generalmente frío, permitieron la formación de las arcillas esmectitas de la superficie del planeta rojo.
“Esto podría significar cortos períodos, desde decenas de miles hasta unos pocos millones de años, a una temperatura global media de 10 grados en Marte, separados por intervalos más fríos de más de cientos de millones de años”, afirmó el coautor del estudio Alberto Fairén, investigador del CSIC en el Centro de Astrobiología.
Para Fairén, las elevadas temperaturas transitorias podrían haber sido causadas por vulcanismo o grandes impactos.