La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió de uno de los grupos científicos que le asesora unas recomendaciones sobre el uso de la vacuna contra el covid-19 producida por la biotecnológica estadounidense Moderna. La vacuna debe administrarse en dos dosis con 28 días de intervalo.
El grupo de expertos señaló también que, en caso de que sea necesario, el intervalo entre ambas dosis puede extenderse hasta 42 días.
Este fue el mayor plazo en el que se administró esta vacuna durante la última fase de sus ensayos clínicos.
Recomendaciones de uso
El grupo científico desaconsejó administrar solo la mitad de la dosis con el objetivo de que más personas se vacunen. Esto lo deben tener en cuenta en particular los países y lugares con una elevada tasa de infecciones.
La vacunación también se recomienda para las personas que tuvieron covid-19. Sin embargo, se plantea que ante la evidencia de cierta inmunidad por un periodo de hasta seis meses en lugares donde hay pocas vacunas, debería darse prioridad a las personas de mayor riesgo.
Por otra parte, OMS indica que la vacuna de Moderna debe ser únicamente administrada en lugares donde se puedan tratar de inmediato reacciones alérgicas severas.
Los datos aportados por Moderna señalan que de las 4 millones de dosis administradas hasta ahora en Estados Unidos, se observaron 10 casos de alergias severas. La cifra equivale a 2,5 casos por millón de dosis, indicó el doctor Joachim Hombach en una rueda de prensa virtual.
Los asesores científicos señalaron también que no recomiendan la vacunación de mujeres embarazadas, a menos que el beneficio sea mayor a los potenciales riesgos. Por ejemplo, cuando se trata de una trabajadora sanitaria o una embarazada con enfermedades crónicas.
En cambio, afirmaron que, dado el mecanismo que utiliza esta vacuna para crear inmunidad, es improbable que represente un riesgo en caso de lactancia.
Ventajas de la vacuna
Como la de Pfizer, la vacuna de la compañía Moderna utiliza la novedosa tecnología del ARN mensajero, mediante la cual se transmiten a las células las instrucciones para producir un tipo de proteína que genera la inmunidad.
La directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien, dijo que es justamente esta tecnología de Moderna la que hace que sea fácil adaptarse a las nuevas variantes del coronavirus.
Las variantes del virus SARS-CoV-2 identificadas en Reino Unido y Suráfrica preocupan por los cambios que representan en la transmisibilidad del virus y en su severidad. Sin embargo, en este último caso los datos todavía no son concluyentes.
A diferencia de la vacuna de Pfizer, que debe guardarse a temperaturas de entre 60 y 90 grados bajo cero, Moderna solo requiere estar a -20 grados centígrados. Es decir la temperatura de un congelador convencional.
Asimismo, puede estar más tiempo en la temperatura de una nevera, dijo O’Brien. La experta consideró que esta característica es realmente importante en entornos donde garantizar una sofisticada cadena de frío es demasiado complicado o imposible.
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