El sábado 8 de junio un voraz incendio en las adyacencias de la Refinería de El Chaure costó la vida a un trabajador de PDV Marina, su esposa con cinco meses de embarazo y su pequeña niña de 4 añitos de edad. Otro trabajador resultó con quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. Este terrible hecho dibuja la realidad paupérrima que se vive dentro de las instalaciones petroleras en el país.
Ya las noticias no son de explosiones menores, de derrames de crudo que contaminan ríos y suelos, y ni siquiera se trata de la crisis de exploración y extracción de petróleo, ahora se trata de la vida de los trabajadores de la empresa.
Pdvsa fue el orgullo de Venezuela, era una de las principales empresas del mundo y ejemplo en productividad, desarrollo, innovación y crecimiento ¿Y ahora?
Ahora es una tragedia operativa, financiera y hasta laboral. El holding estatal pasó de ser de orgullo a vergüenza, gracias a la pésima administración que hizo de ella este socialismo corrupto y corruptor.
No obstante, la muerte de estos venezolanos no puede quedar así. Por tal motivo, en mi condición de diputado a la Asamblea Nacional (AN) llevaré esta denuncia ante el Poder Legislativo y exigiré que se abra una investigación no sólo en torno al caso de la Refinería El Chaure, en Guanta, donde ocurrió la mencionado tragedia sino en toda la industria.
Debemos reaccionar, ayer fue esta inocente familia, pero mañana puede ser toda una ciudad.
Recordemos que muchas instalaciones petroleras en Venezuela están muy cerca de municipios y zonas altamente pobladas, por ende, el mal manejo de la empresa implica un alto riesgo para miles de venezolanos y esto debemos evitarlo.
Las manos que actualmente conducen a Petróleos de Venezuela son las menos indicadas, son personas poco capacitadas y altamente politizadas, que piensan que el negocio petrolero se trata mas de ideologías políticas que de un área de la ingeniería y del desarrollo nacional.
Quienes luchamos por el cese de la usurpación tenemos que apretar el paso, debido a que a este ritmo el socialismo terminará por destruir lo poco de país que aún queda en pie.
Nicolás Maduro juega a “la tierra quemada”, buscan pulverizar todo, que nada quede en pie. Él sabe que sus días en Miraflores están contados, no podrá soportar la presión que tiene encima, por ese mismo motivo está haciendo todo para que su legado sea cenizas, escombros y desolación.
Lo ocurrido en El Chaure es solo una muestra del deterioro total en el cual está sumida la nación, es una evidencia que el socialismo hizo añicos toda la estructura productiva del país y dejó en el piso todo aquello que nos costó año edificar.
Debemos rescatar a Venezuela, tenemos el deber de rescatar la industria petrolera, los campos venezolanos, las zonas industriales, tenemos que rescatar a ese ciudadano que ve sus esperanzas minimizadas ante una terrible situación económica producto de un pensamiento político destructivo.
Evitemos que la usurpación siga sumando incendios como el de la Refinería de El Chaure, evitemos más desgracias, sigamos adelante por la Ruta del Coraje para poner fin a esta pesadilla. Estamos seguros que si esa refinería y las demás estuvieran en manos de empresas privadas otro gallo cantaría. Fueran eficientes, productivas y seguras como lo fueron Vencemos, Cemex Sidor o CANTV. Eso vendrá. Es la ley del péndulo. Esa que va del llanto a la sonrisa, de la pobreza a la riqueza, del socialismo al liberalismo.
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