Finalmente bajaron al súper prospecto Ronald Acuña hijo. Un tuit de Chipper Jones, en medio de la polémica causada por la decisión de los Bravos, resultó emblemático. Cuando el periodista David O’Brien, del Atlanta Journal Constitution, informó esta semana sobre la medida de enviar al venezolano a Triple A, el antesalista, recién electo al Salón de la Fama, replicó, haciendo RT: “Y el enojado universo tuitero responde en 3… 2… 1… ¡ahora!”.
Acuña ha causado un profundo impacto en los últimos meses. Pasó de Clase A avanzada a Doble A y de allí a Triple A, cada vez con mejores resultados. Lo llevaron al Juego de Estrellas del Futuro y trituró la Arizona Fall League, donde juegan los mejores valores ascendentes. Allí fue elegido como Jugador Más Valioso, poco después de ser proclamado Pelotero del Año en las granjas de los indígenas. Para Baseball America, fue el recluta más impactante en las Menores y su paso por el Spring Training ha sido explosivo.
En casi todos los circuitos repitió la historia de estos entrenamientos primaverales: después de un lento y muy corto inicio, prendió los motores, para poner números brillantes. Al momento de ser bajado, era el líder bate en la Liga de la Toronja, con promedios de .432/.519/.728, más 4 jonrones, 4 robos y 11 empujadas en 44 turnos.
Está listo para las Mayores. Sí, tiene apenas 20 años de edad, pero ha castigado el pitcheo en todos los niveles donde ha jugado. La única prueba que le falta es actuar a diario en las Grandes Ligas. Y su organización le abrió espacio en el jardín izquierdo precisamente para permitirle convertirse en uno de los outfielders de esa novena.
Es un plan bien calculado por los aborígenes. Cambiaron a Matt Kemp porque necesitaban darle su lugar al nativo de La Sabana. Pero parte de ese cálculo era mantenerle abajo durante dos semanas, por lo menos, a fin de que no pueda declararse agente libre en noviembre de 2023, sino en noviembre de 2024.
Las reglas del juego permiten esto. Así como un pelotero tiene derecho de negociar sus servicios ante el mejor postor, tras completar seis años de servicio, del mismo modo los equipos pueden ejercer las prerrogativas que les permiten controlar el salario y el destino de quienes todavía no completan el mínimo necesario para hacerse dueños de su destino.
Ha pasado antes, con Kris Bryant y otros más. No les gusta a los agentes y posiblemente traiga retaliaciones cuando se cumplan los lapsos. Pero ¿es que los agentes suavizarán sus exigencias dentro de seis años, si los clubes se comportan hoy como desean ellos? No. Al cumplirse los lapsos, buscarán el mejor pacto para sus clientes. Así funciona el sistema y así seguirá siendo.
No falta mucho. Cuando ya no se le pueda computar este como un torneo completo, Acuña será llamado a la gran carpa. Eso será alrededor del 14 de abril, a menos que también quieran retrasar su elegibilidad para el arbitraje, haciéndolo pasar de 2021 a 2022. Si fuera así, cosa improbable, esperarán hasta junio.
Los Bravos no aspiran en el Este de la Liga Nacional. Están trabajando para futuros campeonatos. Por eso aplican el libreto esperado, incluso sabiendo que dentro de tres o cuatro semanas deberán dar una rueda de prensa para decir que el prospecto ya maduró y que está listo para el reto.
@IgnacioSerrano