El manager Dave Roberts ni siquiera tuvo la delicadeza de al menos esperar la apertura de los campamentos primaverales. En realidad, ¿para qué? Sin rodeos, anunció a principios de febrero que Clayton Kershaw será el pitcher abridor del Juego Inaugural de la temporada para los Dodgers, el 29 de marzo en Los Ángeles contra los Gigantes de San Francisco.
Será la octava apertura de este tipo para Kershaw, todas las anteriores a partir de la campaña de 2011. De allí que la decisión de Roberts no tuvo trazos de novedad para los aficionados y los medios de la ciudad. Sin embargo, sería injusto con la tradición, despachar el anuncio así como así. Sobre todo con el propio Kershaw. La cosa tiene su encanto. Glamour que tal vez solo sea apreciado en su exacta medida por quienes siguen año a año las incidencias de las Grandes Ligas.
De entrada, el encanto subyace en el inicio de la nueva temporada con su cargamento de expectativas por lo que pueda pasar en los seis meses siguientes, a título colectivo e individual. Cualquiera de los pitchers del equipo muy bien pudiera efectuar el primer lanzamiento oficial del año, aunque dado el aura que rodea el momento, el honor tiende a recaer sobre quien es estimado como el número uno de la rotación. Lugar respaldado por lo hecho la temporada previa, o por el prestigio acumulado con el tiempo, como es el caso de Kershaw.
Ahora, si de estrategia se trata, comenzar el desafío de apertura, pudiese no tener tal importancia capital, si recordamos que el calendario consta de 162 encuentros. Otra cosa es si se está ante la inauguración de una serie corta y decisiva en medio de la campaña, o de la Serie Divisional, la Serie de Campeonato o la Serie Mundial. La elección adquiere otra dimensión. Se procurará disponer del número uno para llamarlo de nuevo a una o dos salidas más de ser necesario, aunque el resultado no sea el esperado. Es el número uno.
De nuevo con Kershaw, En sus siete aperturas inaugurales tiene un registro de cinco victorias invicto sin reveses, más una efectividad de 0.97 porque en 46 episodios solo permitió cinco carreras limpias. Esta nueva jornada inaugural la obtuvo el zurdo de 29 años luego de concluir 2017 con récord de 18-4, 2.31 de efectividad y 202 ponches en 175 innings. Como detalle adicional, Clayton se apropiaría en solitario de la marca en la franquicia que comparte con Don Drysdale y Don Sutton.
En este capítulo de la historia de las ligas mayores nadie sobresale más que el venerable Tom Seaver, el derecho que estuvo en la gran carpa entre 1967 y 1986 con los Mets de Nueva York, los Rojos de Cincinnati, los Medias Blancas de Chicago y los Medias Rojas de Boston. En ese período, Seaver tuvo diez y seis tandas inaugurales con balance de 7 y 2. Quien más cerca está de él es el no menos honorable Walter Johnson, con catorce salidas entre 1907 y 1927, todas con los Senadores de Washington. Johnson tuve récord de 9 triunfos y 5 derrotas.
Asimismo, ningún encuentro de apertura de campaña en las Grandes Ligas apreciado desde la lomita del lanzador, tiene parangón, ni antes ni después, con el primero de los Indios de Cleveland, el 30 de abril de 1940 en el Comiskey Park de Chicago. Su abridor Bob Feller dejó sin hits ni carreras a los Medias Blancas con pizarra de 1 a 0. Fue el preludio de la primera campaña notable de Feller, que terminó como líder de la Liga Americana con 27 victorias, 2.61 de efectividad, 37 aperturas, 31 juegos completos, 320 innings, 261 ponches y 4 blanqueos.
Félix Hernández es el pitcher venezolano que en más ocasiones ha sido señalado para abrir el encuentro bautismal de la campaña: nueve entre 2009 y 2017 con los Marineros de Seattle. Félix tiene en su haber en ese contexto marca de 5 y 2. Solo que la cadena pudiera terminar este año luego de concluir 2017 con 6 y 5 y apenas diez y seis aperturas con 86 actos. El derecho de 32 años de edad estuvo dos veces en la lista de incapacitados con problemas en su hombro y una severa bursitis. Al igual que Roberts con Kershaw, el manager Scott Servais avisó que no será Hernández el abridor en la primera fecha.
La ilusión de estar en la alineación abridora de la campaña, de ninguna manera se circunscribe a los pitchers. También engloba a los peloteros consolidados en las otras ocho posiciones, y ni qué decir de los novatos. En particular aquellos reclutas que entraron a los entrenamientos solo con la garantía de disputar un lugar a tiempo completo. Esperanza que se extenderá hasta el día que anuncien su descenso a las menores, y hasta horas antes de abrirse la temporada.
Dos novatos venezolanos abrigan ese anhelo, más allá de las convicciones que abrazan sobre su real situación: el infielder Gleyber Torres en los Yanquis de Nueva York y el jardinero Ronald Acuña en los Bravos de Atlanta.
¿Arriba o abajo?
El Dato
Félix Hernández es el pitcher venezolano con más aperturas de temporada en las Grandes Ligas