Parte de lo decidido en la Convención Anual de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional busca hacer que los juegos sean más veloces, que no se alarguen ad infinitum y que la duración de los encuentros se recorte.
¿Recuerdan lo que pasó el 1° de noviembre? Seguramente no asocian la fecha con el suceso, pero esa noche, en un encuentro entre Caracas y Magallanes, el manager de los Navegantes, Carlos García, se convirtió en el primer piloto que usó a 13 lanzadores en un juego de la pelota criolla.
La marca quedará en los anales de la LVBP. Si permanecerá o algún día será rota, es algo que está por verse. Pero el cónclave de Barquisimeto dio un paso en firme para que no sea factible llevar a cabo nuevamente lo que entonces hiciera el Almirante.
Lo más llamativo en la reunión, ciertamente, fue aquello de aplicar la nueva regla del boleto intencional. Por un lado, porque no parece ser una medida que vaya a aligerar los compromisos. Por otro, porque el presidente de la liga, Juan José Ávila, ya se había manifestado públicamente en contra de la norma, puesta en práctica este año en las Grandes Ligas.
Lo de Ávila era plausible. Una cosa es lo que piense la cabeza del circuito y otra lo que decidan los ocho equipos. Al final, son los clubes quienes deciden, porque ellos son los socios que manejan el espectáculo.
La modificación fue planteada en el pleno de Barquisimeto. Las novenas dijeron sí. En adelante, las bases por bolas intencionales serán concedidas con una señal desde el dugout, sin que sea necesario realizar los cuatro pitcheos.
¿Qué se gana con eso?
Veamos. Preguntamos a varias recopiladoras de estadísticas cuál fue la cantidad de transferencias intencionales que se concedieron en la ronda eliminatoria del campeonato 2016-2017. Según Line Score, fueron 118 en 252 juegos. Según Quality Sports, fueron 111. Tomando la media entre ambas cifras, significa que se entregó una cada dos juegos, o lo que es igual, medio boleto intencional por compromiso.
Una base por bolas intencional consume alrededor de un minuto, de acuerdo con estudios realizados por la propia MLB. Significa que la nueva norma le ahorrará 30 segundos a cada choque de nuestro beisbol. La matemática es tan imparcial como cruel. Es una lástima, porque ya no veremos esos raros episodios que sucedían cada 10 o 15 años, con un pitcher lanzando un wild en pleno proceso de regalar la primera almohadilla, o un bateador sacando el bate para sorprender al monticulista y a la defensa con una conexión detrás del cuadro.
La reducción del roster diario a 26 hombres sí será crucial, sin embargo. Cada estratega dispondrá de menos brazos, porque ya no tendrá 10 relevistas diferentes cada día, así que la acción posiblemente se aligerará.
La LVBP también coordinará con los umpires que las pausas entre innings sean más expeditas. No hay reloj en todos los estadios, al parecer, y eso debe corregirse. Esto obligará a que un día se regule lo que sucede con la televisión en la postemporada, cuando el lapso entre tramo y tramo es mayor.
Varias veces pasó en la 2016-2017 que algunos elencos utilizaron a 10 o más monticulistas, gracias a la amplitud del roster diario. Con esa norma ya modificada, veremos una reducción palpable, mucho más que esa de entregar las cuatro malas con una señal del dugout.
@IgnacioSerrano