Caracas viene de sufrir una de las peores decepciones que recuerde su afición. A pesar de contar con nombres ilustres y con uno de los managers más notables en Venezuela, los Leones quedaron fuera de los playoffs, en medio de lo que su piloto calificó como una rebelión en la cueva.
¿Están listos los melenudos para volver a empezar de cero?
Ya no se encuentra Alfredo Pedrique, el timonel depuesto, y la gerencia salió al mercado para negociar peloteros. Por lo menos media docena fueron señalados por el técnico y el alto mando prometió cambios, que fueron pocos. Pero llegó la hora, un nuevo estratega tiene el mando y los felinos se disponen a emprender la temporada con su roster experimentado.
Mike Rojas estará al frente, debutando en la liga. Su suerte viene atada, en buena medida, a que los sobrevivientes del alzamiento contra Pedrique mantengan ahora un bajo perfil. La entrega en el terreno y la disciplina en el clubhouse serán aspectos que medios y aficionados seguirán de cerca, por todo lo que se dijo en diciembre.
La nómina de la capital tiene suficiente material como para ser optimistas. La realidad venezolana, sin embargo, obliga a ser cautos en cuanto a la posibilidad de contar con las principales figuras, ese grupo de grandeligas que encabezan Jesús Aguilar y Asdrúbal Cabrera.
En un torneo condicionado por las peculiaridades que sufre el país, ante la posibilidad de que las estrellas no vengan, es vital que los veteranos den un paso al frente.
Esa responsabilidad recae en los hombros de toleteros como el cubano Félix Pérez, el Pollito Rodríguez, Jesús Guzmán y Wilfredo Tovar, y muy especialmente en los brazos de esos pitchers con recorrido en el circuito, obligados a aportar: Luis Díaz en la rotación, por ejemplo, o José Ascanio, Yoimer Camacho y Frank López en los relevos intermedios, o Juan Carlos Gutiérrez en los cierres.
La oficina ha complementado el roster con una importación atractiva. Pérez trae una deuda de la zafra pasada, pero también regresará su compatriota Yandy Díaz, uno de los mejores maderos de la 2016-2017. Contrataron pitchers que han triunfado en la LVBP, como Luke Irvine, Ruben Alaniz, Seth Frankoff, y algunos serpentineros con poco cartel, pero que prometen mucho, como el antillano Yoanys Quiala.
Caracas necesitará igualmente que varios jóvenes sean protagonistas. El infielder Harold Castro lo fue hace un año y tienen otros candidatos, como el recién llegado patrullero Eduard Pinto, un bate que debería marcar diferencia, si se recupera de una lesión y se presenta.
Es posible que Aguilar, Jhoulys Chacín, Wilmer Font o Albert Suárez se uniformen. Franklin Gutiérrez ha hablado con la prensa venezolana sobre un regreso a casa y el receptor Carlos Pérez parece que será de la partida. Todo bigleaguer será bienvenido.
Pero la suerte de los metropolitanos dependerá en buena medida de lo que haga el corazón de la actual novena, ese grupo de viejos guerreros, importados con roce y jóvenes con cierto recorrido que estarán a prueba en los primeros dos meses de acción, con el mal recuerdo de una campaña para el olvido y la obligación de demostrar que no sólo tienen talento para jugar pelota, sino también disciplina y entrega.
De eso dependerá que en el Universitario haya fiesta o se repita la decepción.
@IgnacioSerrano