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Los grandes slumps de 2017

por Avatar

Rougned Odor apenas batea sobre .200, cuando ha transcurrido ya un tercio de la temporada en las Grandes Ligas. Francisco Rodríguez dejó de ser cerrador y ni siquiera es llamado a lanzar en el séptimo u octavo inning, cuando gana su equipo. Aníbal Sánchez está en Triple A.

La campaña de 2017 está llena de sorpresas felices, como la irrupción de Antonio Senzatela y el dominio de Felipe Rivero. Pero también tiene su dosis de slumps inesperados, debacles difíciles de creer, si alguien las hubiera pronosticado.

Hicimos un ejercicio para precisar algunos bajones drásticos. No es necesariamente la única vía y tal vez no sea la más exacta, pero es rápida y entretenida: ordenamos a todos los venezolanos por el WAR que han acumulado hasta ahora, para buscar las peores simas.

Gorkys Hernández tiene la cifra más discreta, con -1.7, aunque el hecho de que sea suplente y esté en su primer año completo nos llevan a dejarlo de lado. Entonces aparece el segundo WAR más pequeño, nada menos que el del Kid Rodríguez.

El caraqueño tiene -0.9 en buena medida porque, a sus 5 derrotas y esa efectividad de 7.79, se une una larga suma de ocasiones de salvar desperdiciadas. El suyo debe ser uno de los casos más duros, especialmente por el cartel que encierra su nombre. Quizás Aroldis Chapman o Craig Kimbrel llamen más la atención hoy, pero ningún relevista activo tiene un lugar tan firme en la historia de las Mayores como el criollo.

Ni siquiera lo de Sánchez puede hacerle competencia, si recordamos que el aragüeño lleva tres zafras seguidas a la baja.

El siguiente caso pertenece a Alcides Escobar. Tiene -0.8 y una desoladora línea ofensiva de .186/.212/.236. Es desconcertante que los Reales le hayan usado tantas veces como primer bate, 22, en medio de su sequía más árida.

Preocupa particularmente que se encuentre en el último torneo de su actual contrato. Todavía hace grandes jugadas en el short y sólo tiene 30 años de edad, pero necesita levantar pronto, para garantizar un lugar como titular en 2018.

Sánchez también tiene -0.8 y busca en Tacoma reconquistar su lugar perdido. Pero después de él, aparece con -0.7 un toletero realmente inusual en estos abismos: Carlos González.

El slump inicial de CarGo estuvo entre los más importantes de su productiva carrera. Comenzó a salir de él en mayo, pero todavía está en .239/.313/.367, con una deuda notable en el apartado de extrabases: únicamente sumaba 12 tubeyes y 4 jonrones al escribir estas líneas.

González se enfrenta a un desafío semejante al de Escobar. Su contrato termina con el último out de la Serie Mundial, lo que le obliga a mantener el acelerador a fondo, en busca de mejores argumentos para negociar su futuro a partir del próximo torneo, sea con los Rockies u otra divisa.

Entre los regulares, aparecen luego Jeanmar Gómez, con -0.5, y Pablo Sandoval, con -0.4, lo que sorprende un poco, debido al escaso tiempo de juego que ha tenido el Panda.

También llama la atención que Odor (0.0) no tenga un WAR negativo, en parte por el ajuste posicional, pues este baremo favorece la producción de un jugador que defienda la línea central.

El camarero, que batea para .207/.254/.347, se aprovecha también de una cosecha positiva con el guante, pues es la primera vez en su carrera que muestra un WAR defensivo en números azules.

@IgnacioSerrano

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