Omar Vizquel es el centro de atención para los venezolanos, al iniciarse hoy una nueva temporada en las menores. Por primera vez en casi 30 años, le toca vivir un Día Inaugural en el diamante, pero fuera de las Mayores. Y sin embargo, desde comienzos de semana, ha sido noticia al concentrarse en Winston-Salem con sus pupilos, preparando este estreno.
El caraqueño, dentro de lo que cabe, podría ser considerado como un prospecto de manager. Aunque ojo, las cosas no son iguales para pilotos y peloteros, y mucho menos en estos tiempos.
Vizquel quiere dirigir en las Grandes Ligas y ya fue entrevistado una vez, hace meses, por los Tigres. No pudo convencer a sus antiguos patronos y terminó tomando las riendas del Dash en la Liga de Carolina, sucursal de los Medias Blancas en Clase A avanzada.
Los estrategas del siglo 20 pasaban a menudo por las granjas de sus organizaciones y se fogueaban en el Caribe, tal como los jugadores. A Venezuela vinieron desde Sparky Anderson hasta Bobby Cox, Felipe Alou, Preston Gómez, Jim Leyland o Manny Acta.
Todos esos y algunos más llegaron a dirigir luego en la gran carpa. Eran tan frecuentes como los casos de coaches de la MLB que eventualmente hacían la transición a la oficina principal del clubhouse, como pasó con Phil Regan.
La tendencia actual es otra. Más que formar a alguien en una carrera ascendente dentro de una organización, los clubes están buscando personalidades que mezclen tres aspectos fundamentales: capacidad para comunicarse con sus pupilos, disposición a que la gerencia también sea activa en el manejo del día a día y una mente abierta al nuevo análisis y los nuevos tiempos.
Ese último aspecto es el principal obstáculo, hoy, para que un venezolano consiga la anhelada nominación arriba.
Fue gracias a esa apertura a los cambios que los Filis entrevistaron a Jorge Velandia a finales de 2017. No existe una batalla entre tradicionalistas y sabermétricos, como falsamente planteó Moneyball, siguiendo una fórmula maniquea para vender más libros. Existe, como todo en la vida, un proceso de evolución. El beisbol ha cambiado, y es tan diferente a la pelota de los años 80 como aquella lo era frente al juego de los 50. No hay vuelta atrás, sólo un constante camino hacia adelante.
La mayoría de los técnicos criollos prefiere no reconocer la influencia del nuevo análisis, con excepciones como Lipso Nava, Henry Blanco u Omar López. Y entre esos pocos todavía hay algunos que prefieren no abundar en el tema cuando están en la LVBP, al hablar con la prensa.
Aún es posible dar el salto: Alfredo Pedrique pasó de dirigir en Triple A a ser coach en Oakland, y Brian Snitker subió en el sistema de los Bravos, novena que hoy conduce. Pero casi todos los pilotos que han sido contratados en las Grandes Ligas en los años recientes han salido de entre quienes actúan como instructores en la MLB o son figuras reconocidas de claro perfil analítico, como últimamente Gabe Kapler, Aaron Boone y Dave Martínez.
Dimos un vistazo buscando a los managers nativos en las principales categorías. López es el único mandamás en Doble A y no hay otro más arriba. Contamos, además, 12 coaches repartidos entre esos 60 equipos. Es un camino muy largo el que deben recorrer Vizquel y casi todos sus compatriotas.
@IgnacioSerrano