¿Quién podía imaginar que ese muchacho con apenas tres años jugando pelota profesional y tres días de experiencia en las Grandes Ligas daría uno de los batazos más fuertes de esta temporada?
El nuevo análisis del beisbol ha avanzado tanto, gracias a la tecnología, que permite comprobar lo que antes era una medida “al ojo por ciento”.
¿Quién no recuerda casos así? Managers que rescataban el desempeño de un bateador en slump, diciendo que al menos le había dado bien a la bola. Eso hoy se puede demostrar con las mediciones del servicio Statcast, gracias a los radares y computadoras instalados en cada estadio de la MLB.
Gracias a ese recurso supimos el viernes que Ronald Acuña jr consiguió la conexión más vigorosa para un toletero de los Bravos en lo que va de campaña. La pelota salió del home a 111,8 millas por hora. Le dio con tanta autoridad, que la conexión, siendo un roletazo, pasó por el terreno que habitualmente cubre el campocorto y se internó entre center y left. Y el novato corrió con tanta velocidad, que se metió en segunda base, anotándose un doble que, de haber sido conectado con menos fuerza, habría podido ser un out de short a primera.
Statcast midió en 7,70 segundos la carrera que Acuña hizo desde el plato hasta la intermedia. Y sí, también resultó ser el tubey más rápido para un representante de los indígenas en el actual campeonato.
Las modernas mediciones son cada día más ricas y permiten explicar mucho. Por ejemplo, el dramático incremento en los jonrones y ponches, lo que parece relacionado con el ángulo más elevado en el swing con que los toleteros atacan los lanzamientos en los últimos años, una teoría que aún es sometida a examen.
Eso permite encontrar joyas como la de Acuña el viernes. Pero también otras.
El jonrón que Avisail García sacudió contra J.A. Happ el 3 de abril, por ejemplo, se mantiene como el segundo más largo de 2018, con 481 pies de distancia. Únicamente Franchy Cordero ha logrado uno mayor, 17 días después, cuando puso la bola a 489 pies del home.
Ese bambinazo del anzoatiguense salió a 116,7 millas por hora, lo que permite entender por qué voló tan lejos (algo que se explica todavía más claramente al ver el cuadrangular que acaba de sacudir Odúbel Herrera, una línea bajita que parecía no caer nunca, y que terminó saliendo casi inexplicablemente por el right, el viernes, siendo el swing más poderoso que se le ha medido hasta ahora al zuliano).
Únicamente cinco jugadores le han pegado más duro que García este año en las Mayores: Cordero, Kyle Schwarber, Marcell Ozuna, Hanley Ramírez (una vez cada uno) y Giancarlo Stanton (tres veces, incluyendo un vuelacercas contra Blake Snell que salió a 117,9 millas por hora, el 4 de abril.
Statcast permite comprobar que Miguel Cabrera sigue siendo el forzudo número uno de Venezuela. Sus conexiones salen este año a una velocidad promedio de 96,0 millas por hora, señal clara de su estupenda forma. También nos permite encontrar que las cuatro tablas más duras corresponden a otros criollos.
Está el laberíntico jonrón de García, por supuesto, y luego un sencillo de Carlos González a 116.0 millas por hora, un doble de David Peralta a 114,8 y un sencillo de Herrera a 114,7. Luego, por fin, aparece Cabrera, con un sencillo a 114,4 millas por hora.
@IgnacioSerrano