El ajedrez financiero de las Grandes Ligas ofrece a menudo casos como este. José Altuve es el pelotero del momento, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, émbolo del motor que llevó a los Astros a ganar la Serie Mundial y tiene un salario de 6 millones de dólares. Es un dineral, para un ser humano promedio. Para una superestrella de la MLB, es una ganga.
Altuve recibirá menos dinero este año que sus compañeros Evan Gattis, Gerrit Cole, Joe Smith, Charlie Morton, George Springer, Yuliesky Gurriel, Josh Reddick, Dallas Keuchel, Brian McCann y Justin Verlander.
Verlander es el único jugador a la altura del venezolano. McCann y Keuchel, de algún modo, pueden comparársele, por el estatus y tiempo de servicio del primero y por el rol de as que tiene el segundo. Pero es irónico que Smith o Morton tengan un ingreso mayor que el miembro más famoso de la divisa en la que juegan.
Es así por las obligaciones del contrato colectivo con la Asociación de Peloteros. Como nadie puede declararse agente libre antes de completar seis campañas en las Mayores, como los clubes mantienen un relativo control salarial hasta entonces, el poder de negociación hace que las gerencias puedan imponer condiciones, si el jugador está deseoso de garantizar un dinero que, en caso de lesionarse, jamás podría cobrar.
Omar Vizquel y Víctor Martínez recibieron muy poco durante un tiempo importante con los Indios, por querer ambos asegurar ese ingreso económico algunas temporadas antes de declararse agentes libres. José Tábata, en cambio, cobró mucho más de lo que sus números merecían mientras estuvo con los Piratas. Unos ganan y otros pierden, no siempre es igual.
Altuve todavía no era una celebridad cuando los texanos cerraron con él este convenio que vencerá en 2019, por el que recibirá 6 millones de dólares ahora y 6,5 millones en la zafra entrante. Ni siquiera había ganado su primera corona de bateo. Su línea era .285/.323/.377, con 77 robos, 75 dobles y 14 jonrones en 356 encuentros. A ese toletero los siderales le garantizaron 12,5 millones de dólares hasta 2017, con dos opciones que suman 12,5 millones más.
Es un dineral para un bateador de .285, sin jonrones y no muchos extrabases. Es muy poco para alguien que podría evolucionar hasta convertirse en la cara más visible de su organización.
Altuve se convirtió en quien es, hoy en día. El nuevo pacto le permitirá cobrar, en promedio, más de 30 millones de dólares anuales entre 2020 y 2024, una fortuna que sólo supera Miguel Cabrera entre los peloteros de posición. Parte de ese dinero, sin embargo, se reparte en forma de pagos adelantados, bonos que le permitirán recibir 17 millones en 2018 y 16,5 millones en 2019.
El intermedista nacido en Puerto Cabello empieza a recibir cheques comparables con su aporte en los diamantes. El Más Valioso de hoy vale eso y más. Pero ahora se abre la posibilidad de que los Astros terminen pagando más de lo que deberían.
En 2024 tendrá 33 años de edad. La apuesta tiene sentido. Será entonces cuando en teoría empezará su declive, porque sus características físicas (más pequeño, más atlético que los verdaderos sluggers) demoran el envejecimiento.
Entonces veremos cuál fue el desenlace de esta partida de ajedrez. Por ahora, ambas partas esperan resultar ganadoras.
@IgnacioSerrano