Miles de personas hacinadas, hombro con hombro y sin mascarillas, disfrutando de un festival de música electrónica en el Parque Acuático Maya Beach, en la ciudad china de Wuhan.
La imagen no parece de este año, en el que la pandemia de covid-19 tiene al mundo semiparalizado.
Pero fue tomada el pasado fin de semana, precisamente en la ciudad en la que el nuevo coronavirus emergió por primera vez, a fines de 2019.
Esta y otras fotos del encuentro -que muestran una realidad muy distinta a la que atraviesa el resto del mundo, que continúa batallando contra el virus- se han vuelto virales.
Hace apenas siete meses, en enero de este año, Wuhan (una urbe de 11 millones de habitantes) se convirtió en una ciudad desierta, cuando las autoridades impusieron la primera cuarentena por coronavirus en el mundo.
Esta se levantó en abril y desde mediados de mayo no se registran casos de transmisión doméstica en Wuhan o en la provincia a la que pertenece, Hubei.
Cuando se decretó la cuarentena el 23 de enero, el SARS-CoV-2 había dejado 17 muertos y más de 400 infectados en Wuhan.
Ni distancia social, ni mascarillas.
Una semana después, China confirmó que se habían producido contagios del virus de humano a humano, algo que hasta ese entonces no se había probado.
La ciudad quedó aislada del resto de China, mientras las autoridades hacían pruebas de covid-19 a miles de personas.
Flexibilización de la cuarentena
Para marzo, las medidas empezaron a relajarse: una persona por hogar tenía permiso para salir por un máximo de dos horas, los centros comerciales comenzaron a operar nuevamente, así como, poco a poco, los medios de transporte.
Siguieron en pie las medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas.
El 8 de abril, la cuarentena en Wuhan se levantó oficialmente.
Con la relajación de las medidas, muchas parejas se apuraron a casarse.
Muchas parejas se apuraron a casarse, después de haberse visto obligadas a posponer sus planes por meses.
Por un tiempo, con la apertura de los negocios y las escuelas, y la reanudación de los servicios de trasporte público, la vida parecía estar volviendo a la normalidad.
Sin embargo, el 12 de mayo se registraron seis nuevos casos. La ciudad puso rápidamente en práctica un ambicioso plan para testear a todo su población. El brote pronto quedó controlado.
Para junio, se autorizó la reapertura de los mercados nocturnos.
Y, un mes más tarde, en julio, la vida realmente comenzó a volver a la normalidad en la mayor parte de China.
Normalidad
Los cines en casi todo el país, ciertos parques, librerías y museos volvieron a abrir sus puertas, pero limitando el número de visitantes a la mitad.
Con asientos libres de por medio, los cines en Wuhan han vuelvo a funcionar.
Las autoridades autorizaron eventos multitudinarios.
Hoy día, la vida ha vuelto a la normalidad en Wuhan, y las imágenes del festival de música parecen confirmarlo.
Los organizadores del evento ofrecieron incluso boletas a mitad de precio para las mujeres, a fin de atraer más público.
Wuhan Happy Valley -el parque temático al que pertenece el centro acuático Maya Beach- reabrió el 25 de junio, pero según su vicedirector, recién empezó a recibir más gente en agosto.
Cerca de 15.000 personas asistieron al evento del fin de semana, la mitad de los asistentes del año pasado, señaló el vicedirector.
Críticas
Algunos usuarios se mostraron sorprendidos en las redes sociales chinas de que las autoridades permitieran la organización de un evento masivo semejante en Wuhan.
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La vida ya ha vuelto a la normalidad en Wuhan.
Las mismas expresiones incrédulas aparecieron en Facebook y Twitter.
Pero Wuhan no ha registrado un caso local de coronavirus desde mediados de mayo, y cerca de 9,9 millones de personas han sido sometidas a pruebas para detectar el virus.
Actualmente no están prohibidos los eventos masivos.
Sin embargo, Sanjaya Senanayake, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Nacional de Australia, sostiene que si bien la mayoría de los residentes de la ciudad han sido testeados, todavía existe el riesgo de que el virus se introduzca por otra vía.
«El problema es que no hemos erradicado a la covid-19, y eso significa que mientras no esté erradicada, seguirá existiendo el riesgo de que se introduzca, ya sea desde el extranjero o de otra parte», le dijo el profesor a la BBC.
Senanayake da como ejemplo el caso de Nueva Zelanda, en donde no hubo transmisión local de casos por más de tres meses, antes de que se produjera un aumento de infecciones a principios de la semana pasada.
«Un estudio de Londres reveló que alrededor del 10-20% de personas con covid-19 es responsable de cerca del 80% de los casos».
«Así que, si juntas grandes grupos tienes realmente que tener cuidado. Incluso si solo una persona tiene el virus, creará dificultades».
Entretanto, el virus continúa haciendo estragos en otras partes del globo. Ha habido más de 21 millones de casos en todo el mundo.
Países como Corea del Sur -que habían aparentemente logrado contener al virus- están atravesando una nueva ola de infecciones.
Todavía queda mucho tiempo por delante hasta que otros países tengan la confianza suficiente como para permitir eventos masivos como los del parque acuático en Wuhan.