Mientras continúa la carrera mundial para producir vacunas contra la covid-19, China parece haber logrado grandes avances.
Una de sus vacunas más destacadas, la CoronaVac, fabricada por la compañía biofarmacéutica Sinovac y cuyos ensayos clínicos aún no finalizaron, ya fue enviada a Indonesia en preparación para una campaña de vacunación masiva. Está previsto que otras 1,8 millones de dosis arriben a territorio indonesio en enero.
En América Latina, una de las regiones más golpeadas por la pandemia, diferentes gobiernos ya han hecho sus planes y adquisiciones con diferentes proveedores, entre ellos la china Sinovac.
Aunque en algunos países de la región ya se anunciaron planes y fechas para comenzar a vacunar en las próximas semanas, la Organización Panamericana de la Salud advirtió este miércoles de que pasarán meses antes de que las vacunas recién desarrolladas estén disponibles en cantidades suficientes para inmunizar a la población.
Pero, ¿qué se sabe de la CoronaVac? Lo analizamos.
¿Cuál es la diferencia entre la vacuna de Sinovac y otras vacunas?
CoronaVac es una vacuna inactivada, que funciona mediante el uso de partículas virales muertas para exponer al sistema inmunológico al virus de la covid-19 sin riesgo de una enfermedad grave.
Las vacunas de Moderna y Pfizer son vacunas de ARN mensajero (ARNm). Esto significa que se administra al paciente ARN mensajero que lleva una copia de instrucciones genéticas. Con esas instrucciones el propio organismo del paciente elabora una parte de la proteína del virus de la covid-19, provocando de esa forma una reacción del sistema inmunológico.
«CoronaVac es un método más tradicional que se utiliza con éxito en muchas vacunas conocidas como la de la rabia», explicó a la BBC el profesor Luo Dahai de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur.
«Las vacunas de ARNm son un nuevo tipo de vacuna», agregó.
Un de las principales ventajas de la vacuna de Sinovac es que se puede almacenar en un refrigerador estándar a 2-8 grados Celsius, al igual que la vacuna de Oxford.
En el caso de la vacuna de Oxford se usa un virus que afecta a chimpancés y que fue modificado genéticamente para parecerse al SARS-CoV-2, el virus que causa covid-19. El organismo reacciona como si se tratara del coronavirus y de esta forma la vacuna despierta una reacción inmune sin el riego de desarrollar la enfermedad.
La vacuna de Moderna debe almacenarse a -20 ° C y la vacuna de Pfizer a -70 ° C.
Esto significa que tanto la vacuna de Sinovac como la de Oxford-AstraZeneca son mucho más fáciles de administrar en países en desarrollo que no pueden almacenar grandes cantidades de vacuna a temperaturas tan bajas.
¿Qué tan efectiva es?
Es difícil responder a esa pregunta en este momento. De acuerdo a la revista científica The Lancet, solo se ha divulgado información sobre la primera y segunda fase de ensayos clínicos de CoronaVac.
Zhu Fengcai, uno de los autores del estudio en The Lancet, afirmó que se conocen datos de 144 participantes en la fase uno y 600 en la fase dos de los ensayos clínicos, por lo que la vacuna es «adecuada para uso de emergencia».
En septiembre, un vocero de Sinovac dijo que se realizaron pruebas en más de 1.000 voluntarios, de los cuales «solo algunos mostraron fatiga o malestar leve… no más del 5%».
La tercera fase de los ensayos clínicos comenzó en Brasil en octubre.
Las pruebas se suspendieron brevemente en noviembre debido a la muerte de un participante, pero se reanudaron cuando se constató que el fallecimiento no estaba relacionado con la vacuna.
El socio de Sinovac en Brasil, el Instituto Butantan, dijo que espera que Sinovac publique los resultados de sus ensayos antes del 15 de diciembre.
El profesor Luo señaló que es difícil hacer comentarios sobre la eficacia de la vacuna en este momento «dada la limitada información disponible».
«Basándonos en los datos preliminares… CoronaVac es probablemente una vacuna eficaz, pero necesitamos esperar a los resultados de la fase tres», subrayó.
«Estos ensayos son aleatorizados, de doble ciego, controlados por placebo… con miles de participantes. Esta es la única forma de probar que una vacuna es segura y eficaz para su uso en la población», agregó.
Un estudio aleatorizado es aquel en que los participantes son asignados al azar al grupo de control con placebo o al grupo experimental en que se prueba el medicamento.
Un estudio de doble ciego es aquel en el que ni los participantes ni los investigadores saben a qué grupo fue asignado un voluntario.
¿Cuántas dosis pueden producir al año? ¿Y con qué países de América Latina consiguió acuerdos?
Sinovac podrá producir 300 millones de dosis al año en su nueva planta de producción de 20.000 metros cuadrados, aseguró el presidente de la empresa al medio estatal CGTN.
Como todas las demás vacunas requiere dos dosis, por lo que la producción solo alcanza para inocular a 150 millones de personas al año, poco más de un 10% de la población de China.
Sin embargo, Sinovac ya entregó dosis a Indonesia y también consiguió acuerdos con Turquía, Brasil y Chile.
El gobierno brasileño de la región de Sao Paulo se asoció con Sinovac para desarrollar y potencialmente producir la CoronaVac.
La región, la más poblada de Brasil con 46 millones de habitantes y epicentro de la covid-19 en el país, prevé iniciar su plan de vacunación a partir del próximo 25 de enero de 2021, según anunció este lunes su gobernador, Joao Doria.
Siempre que logre el visto bueno del regulador sanitario brasileño, los profesionales de salud, personas mayores de 75 años, comunidades indígenas y otros grupos locales específicos serán los primeros en recibir la «Coronavac», señalaron las autoridades regionales.
La vacuna de Sinovac está en la última fase de test en Sao Paulo, y Doria prevé que toda la documentación será entregada a Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) este mismo mes, por lo que exigió un análisis de emergencia y más rápido para la debida certificación, informaron los medios locales.
En Chile, el ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó que las vacunas que el país ha adquirido estarán disponibles en «el primer trimestre de 2021», aunque no dio una fecha más concreta.
Paris informó de que Chile había adquirido más de 10 millones de dosis de la desarrollada por el laboratorio Pfizer y una cantidad aún mayor de la creada por Sinovac.
El presidente Sebastián Piñera aseguró a principios de mes que las dosis serán gratuitas y voluntarias.
Los analistas destacan la apuesta de China por ganar «la carrera diplomática» de las vacunas.
El presidente de China, Xi Jinping, se comprometió a reservar un fondo para vacunas de US$2.000 millones para el continente africano, al tiempo que ofreció a los países de América Latina y el Caribe un préstamo de US$1.000 millones para comprar vacunas, según publicaciones de la prensa local.
No está claro cuáles serían las condiciones de esos préstamos.
«Pekín… seguramente aprovechará la provisión de esta tecnología que salva vidas para obtener ganancias comerciales y diplomáticas», manifestó Jacob Mardell, analista de MERICS (el mayor centro de estudios dedicado al país asiático en Europa) en declaraciones a la cadena de noticias australiana ABC News.
«China tiene algo que los países necesitan y buscará mostrar la provisión de la vacuna como un acto de caridad», agregó Mardell.
No está claro cuánto podría costar la vacuna de Sinovac, pero a principios de este año un equipo de la BBC en la ciudad china de Yiwu comprobó que las enfermeras administraban las inyecciones por un precio cercano a los 400 yuanes (US$60).
Bio Farma, una empresa estatal de Indonesia, dijo que la vacuna costaría alrededor de 200.000 rupias (US$13,60) a nivel local.
Este precio es considerablemente superior al de la vacuna de Oxford, que cuesta US$4 por dosis, pero más bajo que el de Moderna, que tiene un costo de US$33 por dosis.
Moderna afirmó que tiene como objetivo producir 500 millones de dosis en 2021.
Y AstraZeneca señaló que producirá 700 millones de dosis para fines del primer trimestre de 2021.
¿Qué pasa con las otras vacunas de China?
La vacuna de Sinopharm, otra compañía farmacéutica china, ya se ha distribuido a casi un millón de personas en China en un polémico programa de emergencia.
Sinopharm no publicó todavía datos de la fase tres de sus ensayos clínicos, pero eso no impidió que fuera registrada en otros países, como Emiratos Árabes Unidos.
Las autoridades de ese país dieron luz verde a esta vacuna el 9 de diciembre, asegurando que un análisis provisional de las pruebas de fase tres que comenzaron en julio mostraran que era un 86% efectiva.
«Lo normal es esperar primero a analizar los resultados de la fase tres antes de ampliar tanto un programa de vacunación con una autorización de emergencia», afirmó el profesor Dale Fisher de la Universidad Nacional de Singapur a la cadena de noticias CNBC.
El profesor Fisher opinó que la decisión china es «poco convencional», y agregó que sería «inaceptable» en Occidente.
Otra vacuna china, la desarrollada por la compañía CanSino, figura entre las que el gobierno mexicano prevé adquirir en el marco de su plan de vacunación.
El virus de la covid-19 se ha contenido en la mayor parte de China, según datos oficiales, y la vida en ese país está regresando lenta pero de manera segura a una «nueva normalidad».