Desde el momento en que puso el disco Fearless en su reproductor de CD cuando tenía 14 años, Georgia Carroll ha estado fascinada por Taylor Swift.
Una década y media después, ahora se la promociona como la única persona en el mundo con un doctorado sobre la superestrella.
¿Su valoración? «Por el momento, no sería exagerado decir que es una de las personas más poderosas del mundo», afirmó.
Es por eso que Carroll se encontraba entre los numerosos expertos que llegaron a Melbourne esta semana para un simposio académico internacional que intenta explicar cómo Swift se ha vuelto tan influyente.
El evento, el primero de su tipo, abrió el telón del Eras Tour de la cantante estadounidense en Australia y contó con más de 400 presentaciones de decenas de disciplinas de estudio e instituciones académicas de todo el mundo, lo que generó una oleada de entusiasmo y titulares a nivel mundial.
«Comenzó como una broma»
La idea del Swiftposio nació en julio como un tuit medio en broma con apenas unas decenas de «me gusta». Pero cuando los organizadores anunciaron silenciosamente el evento meses después, se volvió viral internacionalmente de la noche a la mañana.
Los organizadores se despertaron con la cobertura de la BBC, la revista Rolling Stone y la CNN.
«Pensé: tengo que enviarle un correo electrónico a mi jefe», dijo Eloise Faichney, doctora en cultura y comunicación, con una sonrisa.
«Nuestra pequeña conferencia de repente se convirtió en un gigante», agregó.
Los fanáticos también estaban desesperados por participar, y el domingo, cientos de personas (anuncios ambulantes de pedrería, botas de vaquero y el labio rojo característico de Swift) acudieron en masa al icónico teatro Capitol de Melbourne solo para escuchar conferencias sobre la megaestrella.
En un taller de fabricación de pulseras de la amistad con entradas agotadas, Soumil, de 19 años, afirmó que el evento, dirigido por la el Royal Melbourne Institute of Technology, está ayudando a sanar las heridas dejadas el escándalo por la venta de entradas para el Eras Tour.
«Es divertido seguir siendo parte de todo esto», le dijo a la BBC.
Pero los organizadores se apresuran a aclarar que la conferencia, respaldada por siete universidades de Australia y Nueva Zelanda, no es una convención de fans.
«Aunque algunos de nosotros somos fanáticos, para nosotros ciertamente se trata de intentar tomar en serio a alguien como ella en el mundo académico», aseguró Emma Whatman, doctora en feminismo.
«Esta no es una celebración acrítica», señaló.
Influencia «divina»
No se puede negar que la Taylormanía se extendió por el mundo el año pasado (la cantante fue nombrada Persona del año 2023 por la revista Time) y no está claro cuándo podría desaparecer.
El pasado domingo, Swift, de 34 años, volvió a dominar los titulares con fotografías de ella y su novio futbolista Travis Kelce tras ganar este el Super Bowl.
La semana pasada en los Grammy se llevó a casa el cuarto premio al álbum del año de su carrera.
Incluso sus gatos, su publicista y sus amigos de la infancia gozan de reconocimiento y seguidores leales.
«De alguna manera se ha convertido en la superestrella más divina del planeta, más grande de lo que pensé que era posible», dijo en la conferencia Brittany Spanos, una de las oradoras principales y reportera de Rolling Stone que en 2020 impartió el primer curso universitario sobre la cantante.
Pero Swift se ha encontrado durante mucho tiempo en el centro de grandes momentos y debates culturales, desde que saltó al estrellato cuando era adolescente.
Se ha convertido en una de las artistas más famosas y con mayores ingresos de todos los tiempos, a la vez que genera conversaciones sobre todo, desde regalías de streaming y propiedad de la música hasta misoginia y cultura de la cancelación.
Obviamente, la conferencia tuvo un panel completo dedicado a la Swiftonomía, un término acuñado para explicar el gigantesco impacto de la artista en las economías de las ciudades donde canta.
Pero también hubo expertos que detallaron cómo se utilizan sus hits para entrenar a los jóvenes en reanimación cardiopulmonar y debates apasionados sobre la forma en que su romance con Kelce está ayudando a las niñas a sentirse como en casa en eventos deportivos tradicionalmente dominados por hombres.
Incluso hubo un análisis lírico de sus actitudes hacia el transporte público (irónicamente, a medida que ha aumentado su uso de aviones privados en la vida real, también lo han hecho las canciones que hacen referencia a trenes y autobuses).
Y cuando el público de la conferencia se había cansado de escuchar los discursos, se les ofreció un dueto entre la artista y un clon de inteligencia artificial incómodamente preciso de la voz de una Swift más joven, para contrastar cómo ha cambiado su sonido en los últimos 17 años.
Para los aficionados a la literatura, en la conferencia un dúo de madre e hija leyó poesía sobre el desprecio que la sociedad muestra hacia los intereses de las mujeres jóvenes, un tema que provocó la adoración en la multitud.
Y para los nerds de la política, una académica presentó cómo los parlamentarios australianos usan Swift para parecer identificables.
Madeline Pentland, de 27 años, encontró más de 30 intervenciones de políticos que citaban sus letras más icónicas.
Descubrió que los hombres eran más propensos a citar a la cantante, pero tendían a usar las letras como ataque político o burla, mientras que las mujeres eran mucho más propensas a usarlas para apoyar temas de debate.
Sin embargo, lamentó lo que cree que son algunas oportunidades perdidas: «Pensé que habría algo de Bad Blood aquí y allá, ¡pero no encontré ninguna referencia!».
En los últimos días solamente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, bromeó con las conjeturas de que la vida amorosa de Swift es parte de un complot para amañar el Super Bowl y ayudarlo a ser reelegido, mientras que los fanáticos de la cantante hicieron correr por internet que la regrabación del álbum Reputation era inminente.
Clare Southerton, doctora en sociología, dijo estar interesada en todo lo que esto puede enseñarnos sobre las crecientes comunidades conspirativas.
También hubo debates incómodos sobre lo terriblemente implacable que puede ser la base de fans de Swift o sobre cómo su música refleja el colonialismo.
La académica Aimee-Sophia Lim, quien estudia cómo la artista está inspirando el activismo político en el sudeste asiático, dijo ser una gran admiradora, pero a menudo se siente decepcionada por el «feminismo blanco y centrado en Estados Unidos» de Swift.
«Quizás las personas negras y las del Sur Global deberían ser las que defiendan sus intereses y sus comunidades (…), pero el alcance de Taylor es innegable», le aseguró a la BBC.
«Sería fantástico si lograra ampliar su activismo, así tal vez podría dar una plataforma a otras personas para que puedan hablar en nombre de sí mismas».
¿Cómo se volvió tan poderosa?
No todo el mundo está subido al tren de Taylor Swift.
Sabrina, quien pensaba salir de Melbourne antes del el Eras Tour, no puede comprender los niveles demenciales del atractivo o la influencia de Swift.
«No entiendo todo este alboroto… realmente no entiendo lo que está pasando aquí», le dijo a la BBC.
Pero Carroll afirmó que todo se reduce a la marca ampliamente identificable que Swift ha construido y a la «intensa conexión» que ha logrado cultivar con sus fans, muchos de los cuales sienten que han crecido con ella.
«Taylor ha pasado toda su carrera haciendo creer a sus fans que podían ser sus amigos», añadió.
«Y ella ha hecho toda una serie de cosas que hacen que los fanáticos quieran actuar de una manera que guste» a la cantante, señaló.
Agregó que eso a veces puede conducir a comportamientos preocupantes, como ir a acosar en la boda de una amiga de Swift, gastar decenas de miles en mercadería y boletos, y obsesionarse con cada uno de sus movimientos.
A lo largo del simposio, organizado por la Universidad de Melbourne, asistentes compararon a Swift con Elvis, Michael Jackson, Madonna y Beyoncé.
Aunque para Spanos es difícil compararla con artistas de una época diferente, cree sin dudarlo que ella es la artista más popular del planeta en este momento.
«Será considerada la mejor compositora de su generación (…) y también una de las mejores compositoras de todos los tiempos», opinó.
Carroll sostiene que Swift ha podido llevar su fama a otro nivel gracias a esa amplia e increíblemente motivada base de fans.
«[Para otros artistas], su esfera de influencia no se extiende demasiado fuera de su base de fans. Pero eso ya no es así para Taylor», dijo.
Y es bueno (y debería haber ocurrido hace mucho tiempo) que la gente se esté interesando en eso, añadió.
Hace un año, cuando recibió su doctorado, la gente se reía del tema de sus estudios. Ahora dio un discurso de apertura en una de las conferencias académicas más publicitadas del mundo.
«Es como, ¡Dios mío, todo el mundo lo entiende!», exclamó.
«No vamos a estar simplemente sentados en esta conferencia siendo fans -eso ocurrirá- pero hay muchas cosas que estudiar a Swift puede decirnos sobre el mundo».