Que los Castro no tengan ya el poder formal no significa que el castrismo haya acabado.
Esa es la conclusión a la que llega buena parte de la disidencia cubana tras el cambio de mando consumado este lunes en el gobernante Partido Comunista, el único legal en Cuba.
Como era de esperar, Raúl Castro, de 89 años y hermano de Fidel Castro, dejó el cargo de secretario general del partido a Miguel Díaz-Canel, quien ya lo sucedió como presidente del país hace tres años.
Por primera vez en seis décadas no habrá ningún miembro de la familia Castro en la cúpula de poder.
Castro elogió el viernes a Díaz-Canel, de 60 años, como garante del continuismo.
Y así lo ve también en general la disidencia, de la que seleccionamos tres reacciones.
Yoani Sánchez
La periodista dirige uno de los pocos medios digitales críticos en Cuba, 14ymedio.
Sánchez y su equipo denuncian frecuentemente que se atente contra la libertad de prensa en la isla. Este domingo señalaron que una de sus periodistas, Luz Escobar, tuvo vigilancia frente a su casa y que le cortaron la comunicación en el celular.
Sánchez publicó un artículo de opinión en 14ymedio titulado «Sale Castro, queda el castrismo».
«… El castrismo es más que un hombre y su clan. Se trata de una manera de manejar la política, controlar los medios de prensa, gestionar desde el sector militar la economía, definir los planes de estudio, llevar las relaciones internacionales y estructurar la propaganda ideológica», escribe la disidente.
«El castrismo ha terminado por erigirse en una forma de comportarse. De ahí que poco importa si el apellido que le da nombre ya no estará en las actas o los documentos. Mientras los herederos del poder no desmonten tal legado, será como si ambos hermanos todavía estuvieran al mando de la nave nacional», agrega.
Sánchez, que también pide un cambio de rumbo económico, en especial en la actual crisis, opina que la independencia de Díaz-Canel se medirá cuando muera Raúl Castro, de casi 90 años.
«¿Está Miguel Díaz-Canel dispuesto a desarmar esa estricta red de controles y absurdos en que el castrismo ha atenazado a todo un país? ¿Quiere trascender como un continuista que hundió la isla o como un reformista que priorizó el bienestar de la gente por sobre la oscura encomienda de prolongar un régimen disfuncional?»
«Mientras Raúl Castro respire es poco probable que esas preguntas puedan ser respondidas y, para entonces, la situación es posible que sea más catastrófica aún».
Movimiento San Isidro (MSI)
El MSI, creado en 2018, agrupa a jóvenes artistas, periodistas independientes y académicos que protestan contra lo que consideran como medidas represivas del gobierno de la isla.
El grupo está protagonizando en los últimos meses numerosas protestas con una estética irreverente y contestataria que mezcla arte y activismo político, lo que lo ha llevado a numerosos enfrentamientos con las autoridades.
En las últimas horas el MSI denunció el allanamiento y la confiscación de obras del artista Luis Manuel Otero Alcántara, que desobedece la orden de quedarse en casa y exige la devolución de sus pinturas.
«Esto es como una especie de jugada para intentar regenerar un tejido que está muerto», afirma sobre el cambio de mando en el Partido Comunista Anamely Ramos, integrante del MSI.
«Contrariamente a lo que la gente piensa que el partido ejerce un poder omnipresente, yo creo lo contrario: lo ejercen sólo tres o cuatro personas arriba de los que ni siquiera tenemos certeza de quiénes son», dice Ramos a BBC Mundo por teléfono desde Cuba.
«Están simulando cambio para empoderar una estructura, pero el poder está en la maquinaria represiva bajo la seguridad del Estado y la policía», agrega, preocupada por la situación de Otero Alcántara y de Maykel Osorbo, otro artista que está bajo vigilancia.
- «Lo que está pasando en Cuba ahora es la muestra de que este pueblo se cansó, que ya no aguanta más»
«No va a cambiar nada. Si hay cambio, va a venir de otra gente. Sé que están en pugna entre ellos, pero no sé por dónde va a saltar la liebre», dice Ramos, que destaca el mal estado de la economía cubana, golpeada especialmente en el último año por la pandemia y la falta de turismo.
José Daniel Ferrer
Ferrer reside en Cuba y lidera la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), una de las organizaciones disidentes más antiguas en la isla.
El líder disidente se recupera tras más de 20 días de huelga de hambre, habitual forma de protesta contra el gobierno.
Ferrer hace un paralelismo entre Cuba y la Unión Soviética, que fue gran aliado de la isla hasta su desmoronamiento.
«Fidel y Raúl (Castro) son como los primeros líderes del comunismo en la Unión Soviética. Luego vinieron otros tantos, pero hasta que no llegó (Mijail) Gorbachov no hubo espíritu de reforma», dice a BBC Mundo por teléfono desde Cuba.
Ferrer cree que con Díaz-Canel «tienen asegurado el papel protagónico las dos ramas de la familia Castro en la toma de decisiones de la nación».
«No ha pasado nada: los Castro no están formalmente, pero siguen decidiendo el rumbo», dice el disidente, que cree asegurado el continuismo con Díaz-Canel aunque falleciera Raúl Castro.
Ferrer asegura que el pueblo cubano reclama reformas profundas y que una parte va a seguir manifestando el descontento como ha sucedido en los últimos meses.
«El pueblo va a ser más enérgico y va a tener menos temor», prevé.
«Creen que el sometimiento no tiene solución y creo que ahí se van a equivocar», afirma el opositor, que cree que Díaz-Canel debe tomar medidas «osadas» ante la grave situación económica del país.
En el congreso del Partido Comunista, sin embargo, no se adelantaron medidas económicas diferentes a las que ya están en vigor.
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