Mientras Occidente le ha impuesto una batería de sanciones financieras a Rusia tras la invasión de Ucrania, crece el temor entre los gobiernos de que oligarcas y otros ciudadanos rusos puedan evadir las restricciones a través del mercado de criptomonedas.
Es por eso que el gobierno ucraniano, junto a sus aliados de Europa y Estados Unidos, le ha pedido a las mayores plataformas de transacciones de monedas virtuales que acaten bloqueo financiero.
En un tuit publicado esta semana, el vice primer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, les pidió a las plataformas de criptomonedas que no solo bloquearan a los políticos y oligarcas, sino también a los ciudadanos rusos.
Y el ministro de Finanzas francés, Bruno le Maire, dijo que la Unión Europea incluirá a las criptomonedas en sus sanciones contra Rusia, con el objetivo de hacer que la agresión de Moscú contra Ucrania sea lo más costosa posible.
Por su parte, el gobierno británico también anunció medidas para acabar con el lavado de dinero por parte de los «oligarcas y cleptócratas» rusos, incluidos nuevos poderes para incautar criptoactivos.
Pese a los llamados, las grandes firmas que operan con criptomonedas como Binance, Coinbase o Kraken, rechazaron imponer una restricción general contra los ciudadanos rusos, aunque se mostraron dispuestas a examinar las operaciones de personas específicas que hayan sido objeto de sanciones.
En una entrevista con la BBC, el fundador y director ejecutivo de Binance, Changpeng Zhao, dijo que «muchos rusos comunes no están de acuerdo con la guerra» y descartó restringirles el uso del servicio.
«No estamos en contra de ningún pueblo», afirmó Zhao. «Diferenciamos entre los políticos rusos que inician guerras y la gente normal».
El empresario explicó que su empresa no controla la industria y que si aplicaran una restricción general a los rusos, ellos se moverían a otras plataformas más pequeñas.
«Un refugio atractivo para la riqueza de los oligarcas», dijo.
Caroline Malcolm, de la consultora Chainalysis, argumentó que «al igual que con el sistema financiero tradicional, los oligarcas rusos podrían aprovechar las criptomonedas para evadir las sanciones».
Sin embargo, dijo que era poco probable que las personas sancionadas movieran ahora grandes cantidades de criptomonedas.
«La élite y las autoridades financieras de Rusia se han estado preparando para las sanciones durante algún tiempo», apuntó. Eso «podría haber pasado lentamente en los últimos meses».
Tom Robinson, de la empresa de análisis de blockchain Elliptic, afirmó que las criptomonedas podrían ser un refugio atractivo para la riqueza de los oligarcas, ya que no se pueden incautar y nadie puede evitar que se muevan.
Pero tampoco es tan fácil, explicó, porque los movimientos son «altamente rastreables, lo que significa que les resultaría difícil gastar en cualquier lugar donde se apliquen las sanciones».
El primer «criptoconflicto»
En eso coincide Tom Keatinge, director del Centro de Estudios de Seguridad y Delitos Financieros (CFCS), parte del grupo de expertos de Royal United Services Institute (RUSI).
Keatinge advirtió que las plataformas de criptomonedas que no sigan las reglas, podrían verse privadas de servicios financieros.
«Los bancos que brindan servicios a las firmas de criptomonedas observarán muy de cerca las actividades de sus clientes para garantizar que apliquen diligentemente los controles requeridos por las sanciones contra Rusia».
La guerra en Ucrania podría convertirse la primera criptoguerra significativa, agregó Keatinge, ya que aquellos que buscan «evadir sanciones, proteger sus ahorros o evitar el colapso del sistema bancario, recurren a las criptomonedas en busca de soluciones».
«El comercio entre el rublo ruso y los criptoactivos como Bitcoin y Tether se ha duplicado desde que comenzó el asalto a Ucrania, alcanzando los 60 millones de dólares al día», publicó el periódico británico Financial Times.
«Mayor libertad financiera»
Uno de los argumentos de las plataformas de criptomonedas es que el mercado de las monedas virtuales tiene como objetivo dar «mayor libertad financiera» a las personas en todo el mundo.
Por lo tanto, cualquier prohibición unilateral «se opondría» a la razón por la que existen las criptomonedas.
«Creo que hay unos pocos cientos de personas que están en la lista de sanciones internacionales a Rusia y en su mayoría son políticos», le dijo Zhao a la BBC. «Seguimos eso muy, muy estrictamente».
«No somos políticos, estamos en contra de la guerra, pero estamos aquí para ayudar a la gente», apuntó.
Las sanciones financieras
Algunas de las sanciones financieras que ha impuesto Occidente a Rusia, incluyen la exclusión de la plataforma de pagos bancarios internacionales SWIFT, el veto a las operaciones de su banco central y un embargo al suministro de semiconductores y tecnología para sectores clave.
Hasta ahora las sanciones de las potencias occidentales también se han centrado el castigar financieramente a individuos vinculados al gobierno de Valdimir Putin.
Las medidas contra el Banco Central de la Federación Rusa, que han sido consideradas por expertos como algunas de las restricciones más duras, incluyen el congelamiento de las reservas que tiene depositadas en otros países, por un valor total cercano a los 630.000 millones de dólares.
Algunos bancos comerciales también han visto congelados sus activos en el extranjero.
En paralelo, algunas empresas, incluidas Apple, Jaguar Land Rover, H&M y Burberry, anunciaron que suspenderán sus actividades en Rusia.
A los pocos días del inicio del conflicto en Ucrania, la empresa de energía BP anunció finalizaría de sus operaciones en Rusia.
A esto le siguieron las promesas de Shell, ExxonMobil y Equinor de recortar sus inversiones rusas tras la presión de los accionistas, así como de los gobiernos y el público.