El número de civiles muertos por la invasión rusa a Ucrania aumenta cada día.
Hasta este domingo, el número de víctimas civiles había llegado a las 210, incluido varios niños, según estimó el comisionado de derechos humanos de Ucrania.
Una niña de 7 años murió en un ataque a un jardín de infantes; hubo víctimas mortales en la capital, Kiev; y 10 miembros de la comunidad griega ucraniana murieron cuando sus aldeas fueron atacadas en el sur del país.
Alisa Hlans fue una de las seis personas que murieron cuando su jardín de infantes fue atacado el viernes, en el segundo día de la invasión rusa, en la pequeña ciudad de Okhtyrka, a una hora por carretera de la frontera noreste de Ucrania.
Alisa estaba a tres meses de su octavo cumpleaños. Resultó herida de muerte y la fiscal general Irina Venediktova informó que falleció en el hospital el sábado.
Un equipo de médicos estaba luchando para salvar la vida de un segundo niño herido, agregó la fiscal en un mensaje en redes sociales, sobre una imagen con un texto que decía: «¡Necesitamos paz!».
Varios niños han muerto por el avance de las tropas rusas, incluida una niña llamada Polina, que estaba en el último año de la escuela primaria en Kiev.
Según las autoridades locales, ella y sus padres fueron asesinados a tiros por un grupo de reconocimiento y sabotaje ruso en una calle del noroeste de la capital.
El hermano y la hermana de Polina fueron llevados al hospital. Su hermana fue internada en cuidados intensivos y su hermano llevado a otro hospital infantil.
La mayoría de los civiles aún no han sido identificados, pero sus historias son igualmente desoladoras.
Otro niño murió cuando un edificio de departamentos fue bombardeado en el noreste de Ucrania, durante el segundo día de la invasión.
La explosión provocó incendios en varios pisos del edificio en Chuhuiv, un pequeño pueblo en las afueras de Járkiv, la segunda ciudad más grande del país.
«Hay niños en el auto»
Cinco miembros de la misma familia murieron en el sur de Ucrania el primer día de la guerra, cuando las tropas rusas avanzaban hacia la ciudad de Kherson desde Crimea, la región que Rusia se anexó hace ocho años.
Los detalles del ataque fueron revelados por primera vez por el jefe de la policía de patrulla de Ucrania, Yevhen Zhukov, quien dijo que involucraba a la familia de un policía.
Las circunstancias no están claras, pero, según informó la prensa, la familia había estado tratando de escapar del avance ruso en dos automóviles cuando fueron atacados cerca de Nova Kajovka, en las afueras de Kherson.
Oleg Fedko había decidido alejar a su familia del área, pero como estaba de turno en Kherson, su padre, también llamado Oleg Fedko, se acercó para ayudar y la familia se fue en dos autos.
El hermano de Oleg Fedko hijo, Denis, explicó que estaba hablando con su madre cuando ésta comenzó a gritar que había niños en el auto. Entonces escuchó disparos.
Murieron los dos abuelos de los niños, de 56 años, la esposa del patrullero, Irina, y sus dos hijos: Sofía, de 6 años, e Iván, de pocas semanas.
Víctimas de la comunidad griega
A más de 450 km de distancia, en dos aldeas no muy lejos de la frontera rusa en el sureste de Ucrania, la población de origen griego del país sufrió una doble tragedia.
Los griegos han vivido en Ucrania desde la antigüedad y el gobierno de Atenas dice que son alrededor de 150.000.
El sábado, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, expresó su tristeza e ira por los ataques aéreos rusos cerca de la ciudad portuaria de Mariupol que mataron a 10 civiles de origen griego.
Dos poblaciones fueron atacadas: Sartana, en las afueras de Mariupol; y Buhas, a unos 65 km al norte.
En Grecia hubo indignación por la pérdida de vidas civiles y el canciller hizo una protesta vehemente al embajador ruso.
La embajada rusa en Atenas culpó del ataque a las fuerzas ucranianas, alegando que las «operaciones militares especiales» de Rusia solo tenían como objetivo unidades militares e infraestructura.