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Rusia admite que es clave celebrar cumbre con EE UU

por Avatar EFE

Rusia admitió este viernes que en las circunstancias actuales es clave celebrar una cumbre entre Vladimir Putin, presidente ruso, y Donald Trump, primer mandatario estadounidense, pero pidió ser crítico con las publicaciones que aseguran que Putin pidió a Austria mediar en este asunto ante la Casa Blanca.

«El contacto al más alto nivel, sobre todo en la situación actual, tiene sin duda una relevancia clave para poner en marcha el proceso que podría sacar las relaciones (entre los dos países) de su difícil y problemática situación actual», dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Asuntos Exteriores ruso, a Interfax.

Al mismo tiempo llamó a todo el mundo a «ser críticos con algunos aspectos de la publicación de Wall Street Journal».

El diario estadounidense ha asegurado que el propio Putin aprovechó su visita de principios de esta semana a Viena para pedir a Sebastián Kurz, canciller austríaco, que organice una cumbre con Trump este verano.

«No hay acuerdo sobre cuándo y cómo podría celebrarse» la cumbre, subrayó Riabkov, que al mismo tiempo destacó que Washington «comparte la opinión sobre la necesidad de ese contacto».

La agencia oficialista rusa RIA Nóvosti confirmó hoy a través de un funcionario de la Casa Blanca que Austria se ha ofrecido para acoger esa cumbre.

«Los austríacos nos han transmitido que quisieran acoger una reunión entre el presidente Trump y el presidente Putin. Pero aunque los dos líderes ya hablaron en el pasado de esa posibilidad (…), ahora mismo no tenemos nada que anunciar al respecto», dijo a RIA un representante del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU.

El Kremlin y la Casa Blanca llevan tiempo hablando de la posibilidad de una cumbre entre Putin y Trump, pero hasta ahora no se ha concretado ninguna de las opciones planteadas.

Hace dos meses, Washington apuntó que la reunión podría producirse en la misma Casa Blanca, después de que el Kremlin informara que Trump ofreció esa posibilidad a su colega ruso durante una conversación telefónica.

Las relación entre los dos países pasa por su peor momento desde la desintegración de la Unión Soviética, lo que complica la celebración de una cumbre bilateral entre los mandatarios pese a la buena sintonía que exhiben ambos cada vez que coinciden en el marco de sus compromisos internacionales.