Durante décadas los millonarios de Ucrania han ejercido un enorme poder económico y político dentro del país.
Sin embargo, desde el inicio de la invasión rusa en febrero del 2022, los oligarcas más infames han perdido miles de millones.
¿Ha llegado finalmente el fin del reinado de este selecto grupo?
Más allá del dinero
El hombre más rico del país, Rinat Akhmetov, de 56 años, es para muchos el epítome de un oligarca.
Hijo de un minero del carbón que se convirtió en multimillonario, es conocido en toda Ucrania como «el Rey de Donbás».
Además de poseer grandes sectores de la industria del acero y el carbón en el este, incluida la acería Azovstal de Mariupol, ahora en ruinas, también es propietario del Shakhtar Donetsk FC, uno de los mayores equipos de fútbol del país y, hasta hace poco, uno de los principales canales de televisión del país.
Pero más allá de su extraordinaria riqueza, los oligarcas de Ucrania también son famosos por ejercer el poder político.
En 2017, un grupo de expertos en asuntos internacionales de la Chatham House, con sede en Londres, aseguró que los millonarios representaban «el mayor peligro para Ucrania».
A través de una vasta red de aliados y parlamentarios leales, los oligarcas han influido repetidamente en la aprobación de leyes en beneficio de sus imperios comerciales.
El presidente Volodymyr Zelensky los llamó «un grupo de personas que piensan que son más importantes que los legisladores, los funcionarios del gobierno o los jueces».
Pero como tantos civiles comunes, desde el comienzo de la invasión rusa en el este de Ucrania en 2014, sus negocios han volado por los aires por los misiles y sus propiedades se han perdido a causa de la ocupación rusa.
Conflicto en el este
Muchos ciudadanos creen que Akhmetov, quien es el hombre más rico de Ucrania, debió hacer más para combatir desde el principio el separatismo alimentado por Rusia en su región de origen.
A medida que la influencia de Moscú se extendía en Donbás, el empresario ordenó a sus fábricas que hicieran sonar sus sirenas en señal de protesta. También emitió declaraciones críticas en contra de los separatistas.
Sin embargo, fue criticado por tomar muy pocas medidas la hora de financiar y apoyar a la resistencia. Especialmente cuando se compara con otro magnate ucraniano, el multimillonario Igor Kolomoisky.
En marzo de 2014, Kolomoisky fue nombrado gobernador de la región de Dnipropetrovsk, en el sureste de Ucrania.
A medida que el conflicto se intensificó, Kolomoisky inyectó millones en los batallones de voluntarios. Ofreció recompensas por capturar a militantes respaldados por Rusia y suministró combustible al ejército ucraniano.
Pero luego, en 2019, mantuvo discrepancias con el predecesor del presidente Zelensky, Petro Poroshenko.
El Parlamento había aprobado una ley que le arrebató a Kolomoisky una compañía petrolera. ¿Su respuesta? Apareció en la sede de la empresa con hombres que supuestamente empuñaban ametralladoras.
Mientras la guerra en el este avanzaba, y con ella aumentaba la pérdida de fábricas, minas y tierras de cultivo fértiles, la desaparición de los oligarcas de Ucrania se puso en marcha.
Zelensky vs. los «superricos»
El siguiente golpe llegó a fines de 2021, cuando Ucrania aprobó lo que se conoce como la «ley de desoligarquización».
La nueva ley del presidente Zelensky definía a un oligarca como alguien que cumplía con tres de las siguientes cuatro condiciones:
- Tener influencia sobre los medios de comunicación.
- Tener influencia sobre políticos.
- Poseer un monopolio.
- Ganar millones de dólares al año.
Todos los que calificaron fueron expuestos a controles adicionales y se les prohibió financiar partidos políticos.
Para evitar ser incluido en la lista de Zelensky, Akhmetov vendió todos sus activos en los medios.
Pero luego vino la dramática escalada del conflicto por parte de Rusia: la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
¿Hacia una Ucrania más democrática?
La guerra ha intensificado la pérdida de ingresos de los superricos de Ucrania. Pero, ¿su desaparición fortalecerá la democracia de Ucrania?
«Absolutamente», aseguró Sevgil Musayeva, editora en jefe del popular sitio web de noticias Ukrainska Pravda. «Esta guerra es el principio del fin para los oligarcas en Ucrania».
«La ley de desoligarquización fue uno de los primeros desencadenantes importantes de su desaparición», agregó Serhiy Leshchenko, quien fue uno de los periodistas de investigación más destacados de Ucrania y ahora asesor del jefe de gabinete del presidente Zelensky.
«A medida que la guerra se intensificó, la vida de los oligarcas se hizo aún más difícil», admitió a la BBC. «Se han visto obligados a centrarse en la supervivencia en lugar de la política interna«.
Musayeva dijo que ahora depende de la sociedad civil de Ucrania y de las instituciones anticorrupción evitar el surgimiento de nuevos oligarcas. Y, por supuesto, la supervivencia misma de la democracia ucraniana depende del resultado de la guerra con Rusia.
Productor Claire Jude Press