La decisión del presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, de colocar a su hija mayor al frente de la petrolera estatal el año pasado fue interpretada por muchos como un claro indicio de que acabaría siendo su sucesora como líder del país.
Pero la mujer más rica de África parece estar más interesada en su actividad empresarial que en hacer carrera política.
Isabel dos Santos es hija del hombre que gobernó Angola de manera ininterrumpida desde 1979, solo cuatro años después de que el país lograra su independencia de Portugal.
Con problemas de salud a sus casi 75 años, dos Santos cumplió esta vez una promesa ya repetida anteriormente y no se presentó a las elecciones presidenciales celebradas este miércoles.
Y aunque finalmente no fue su hija quien encabezó las listas del gobernante partido MPLA, nadie duda de que Isabel dos Santos continuará siendo una de las personas más influyentes y poderosas del país… y del continente africano.
Una fortuna incalculable
«Es de Isabel». Es la respuesta más habitual que una persona extranjera escucha cuando, recién llegada a Angola, pregunta quién es el dueño de numerosas empresas y compañías.
Y aunque las creencias populares le atribuyen a veces negocios con los que no tiene nada que ver, está claro que la fortuna de la primogénita del hasta ahora presidente es de dimensiones faraónicas.
Según la revista Forbes, su patrimonio asciende a US$3.500 millones, lo que la sitúa en la octava posición en la lista de las personas más adineradas del continente. Y la primera entre las mujeres.
Su influencia se extiende por sectores estratégicos como el financiero, el energético, el tecnológico y el de los medios de comunicación.
Algunas de las posesiones de Isabel dos Santos
- 3.500 millones de US$ de patrimonio total.
- Energía: Presidenta del Consejo de Administración de Sonangol, petrolera estatal. 6% de la empresa de petróleo y gas Galp Energia (Portugal).
- Banca: 42% de Banco BIC (Angola) y 19% de Banco BPI (Portugal).
- Telefonía: 25% de Unitel, principal operadora móvil de Angola.
- Comunicación: Propietaria de la TV por cable Zap (Angola) y accionista de Nos SGPS (Portugal).
- Fuente: Forbes
Un país de desigualdades
Estas cifras astronómicas contrastan de manera radical con la realidad de Angola, un país donde la desigualdad se escribe con mayúsculas y dos tercios de su población viven con menos de US$2 al día.
El país experimentó un gran crecimiento en los últimos años gracias a la venta de petróleo, que es casi su única fuente de ingresos, pero eso benefició solo a una élite reducida de la sociedad.
Ahora, pese a que su capital Luanda continúa siendo la ciudad más cara del mundo para personas expatriadas, vive sumido en una profunda crisis por la bajada del precio del crudo y el aumento de la inflación.
Según la organización Transparencia Internacional, solo hay en el mundo 12 países más corruptos que Angola (puesto 164 de 176 países analizados).
Reina del petróleo
Debido a esta gran dependencia del país respecto al petróleo, la decisión de su padre de nombrarla presidenta del consejo de administración de la petrolera estatal Sonangol causó gran polémica el año pasado.
«Junto a la presidencia… esta es la posición más poderosa del país», le dijo a la BBC el analista especialista en Angola, Aslak Orre.
Aunque un grupo de abogados denunció este nombramiento, el Tribunal Supremo del país la consideró finalmente legal.
Pero la empresaria, conocida popularmente con el sobrenombre de «La Princesa», siempre negó que su familia tuviera algo que ver en sus éxitos profesionales.
Privilegios y prejuicios
Entrevistada por la BBC en abril de este año, dos Santos reconoció que su apellido le otorga privilegios pero también «prejuicio».
«Soy privilegiada en el sentido de haber tenido una buena educación, haber visto mundo… Creer que esas ventajas son de algún modo injustas u obtenidas a través de favores o favoritismo… creo que eso es prejuicio», aseguró.
«No me financio con dinero público ni con fondos públicos. No lo hago. Soy completamente independiente», declaró al diario The Wall Street Journal.
La empresaria alude a su formación y su capacidad para hacer negocios como factores de su éxito. «Ser mujer, ser joven, ser africana, ser negra… todo son desafíos. Animo a todas las mujeres a luchar, a tener una educación, deben ser ambiciosas y tener confianza», dijo.
Dos Santos nació en Bakú en 1973, cuando Azerbaiyán era parte de la Unión Soviética, mientras su padre asistía a la universidad. Creció en Londres, donde estudió ingeniería y administración de empresas.
Tras volver a Angola, con solo 24 años, abrió uno de los primeros clubes nocturnos en la bahía de Luanda, en primera línea de playa. Aún hoy se la puede ver pasar allí algunas noches del fin de semana. Aquel bar sería solo el comienzo de su emporio.
Derechos de la mujer
En el terreno social, dos Santos se mostró partidaria de la igualdad entre géneros y, en ocasiones, crítica con iniciativas lideradas incluso por el propio gobierno.
Fue el caso del nuevo código penal propuesto el año pasado, que eliminaba cualquier supuesto que permitiera interrumpir de manera voluntaria el embarazo.
Precisamente, el posicionamiento público de dos Santos en contra de esta prohibición absoluta del aborto fue una de las claves para que el proyecto fuera nuevamente debatido.
«Los cambios legales querían criminalizar a la mujer (…). La ley no estaba teniendo en cuenta la realidad y necesidades de las mujeres», aseguró a la BBC.