Con esa coletilla espontánea cerró Karla Sofía Gascón su discurso al ganar en mayo el premio a la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Cannes, uno de los más prestigiosos del mundo, por su papel en la película «Emilia Pérez».
Era la primera intérprete trans en ser reconocida en la historia del certamen, y el galardón se lo dedicó a todos aquellos que cambiaron de género y que, como ella, «sufren odio todos los días».
Ahora aspira a hacerse con un Globo de Oro el 5 de enero, tras haberse asegurado la nominación este lunes por haber dado vida al narco mexicano Manitas del Monte y a Emilia Pérez en la cinta dirigida por el francés Jacques Audiard.
Son las dos caras de un personaje con el que tiene mucho en común: alguien que también hizo la transición de género para seguir siendo, en esencia, la persona que siempre fue.
De España a México, de Carlos a Karla
Nacida en 1972 en una familia de clase trabajadora en Alcobendas, un municipio de la comunidad de Madrid, Gascón ya tenía una carrera ante las cámaras en España antes de saltar a la fama.
Por aquel entonces era Carlos Gascón, actor de series como «El súper», «El pasado es mañana» o «Calle nueva».
Pero cuando realmente empezó a brillar fue al cruzar el Atlántico, en México. Lo hizo con sus interpretaciones en las series «Corazón salvaje» (2009) y «El señor de los cielos» (2013).
Pero sobre todo con su incursión en el cine también en 2013, con la muy taquillera «Nosotros, los Nobles».
Gascón inició su transición en un hospital madrileño en 2018.
Al poco regresó al país latinoamericano y participó en la edición local de MasterChef Celebrity y en la serie «Rebeldes» .
En ese tiempo publicó también su libro semiautográfico, «Karsia», en el que aborda su etapa mexicana y que arranca con una cruda dedicatoria: «A quien más daño me hizo, pues nadie puede hacer más daño que quien te ama».
México y la transición de género no es lo único que tiene en común con el personaje que interpreta en «Emilia Pérez», un drama que, en clave de musical, explora nuevos terrenos en el cine.
Así como en la ficción, en la realidad tiene también esposa y una hija, a las que Gascón ha descrito como sus «verdaderos referentes de lo que es la inclusividad».
Drama en clave musical
Audiard, que ya ganó la Palma de Oro en Cannes en 2015 con Dheepan, ha contado que el planteamiento original de «Emilia Pérez» era que la versión masculina del protagonista, el brutal narcotraficante Manitas, la interpretara un actor.
Y que fue Gascón quien lo convenció de que debía ser ella misma quien también le diera vida. En realidad, batallaba para que los dos personajes fueran uno en esta cinta que ha sido descrita como creativa en todos los planos.
«Aún hoy no sé dónde acaba Emilia y empieza Karla Sofía. Piensa que yo imaginé el personaje mucho más joven, y al final Emilia ganó un peso, una historia a sus espaldas al interpretarla Gascón. En el mismo instante que la vi, supe que era ella», le dijo el director de la película al crítico de cine y periodista Gregorio Belinchón.
Ambientada en gran parte en la actual Ciudad de México, la trepidante historia sigue a Rita (interpretada por la dominicana Zoe Saldaña), una abogada atribulada, a quien contrata el poderoso capo de la droga Manitas para un inusual trabajo.
El narcotraficante quiere ayuda para poder someterse de forma clandestina a una operación quirúrgica de reafirmación de género, y para arreglar algunas de las complicaciones derivadas del violento mundo que habita.
Con un ritmo marcadamente acelerado desde el principio, Audiard combina el género clásico del musical con sensibilidades nuevas, y va mostrando un México contemporáneo, con su violencia y su corrupción, mientras se adentra en las reflexiones íntimas de los personajes a través de canciones y coreografías.
«Quiero ser una mujer», le revela Manitas a Rita, tras entonar un rap entrecortado y desafinado, casi como un susurro que se escapa entre su dentadura forrada de oro.
Todo ese esfuerzo, además de en Cannes, ya ha sido reconocido por la Academia del Cine Europeo.
En su 37ª gala de premios, celebrada en la ciudad suiza de Lucerna este mismo mes, se rindió ante el narcomusical queer y le otorgó los premios a mejor película, dirección, guion, montaje y actriz para Gascón.
Al recibir su estatuilla, la actriz le dedicó unas palabras a su madre: «Ella está malita ahora. Creo que se infravalora a las madres de este mundo. La mía ha sido un ejemplo para mí».
Y en el estilo sin tapujos que la caracteriza, añadió: «Y quiero recordar a las familias que aman a sus hijos. Aún hoy hay gente que prefiere que sus hijos sean delincuentes a maricones«.
Este lunes «Emilia Pérez» se ha alzado también como la cinta con más nominaciones para los Globos de Oro 2025.
Así, competirá en las categorías de mejor película de comedia o musical y en la de mejor película de habla no inglesa. Y es que, a pesar de ser dirigida por un francés, está rodada enteramente en español.
Saldaña y Selena Gómez, quien interpreta a la esposa de Manitas, Jessi del Monte, aspiran al premio a la mejor actriz de reparto.
«Por separado destacan, juntas trascienden», dijo del trío de actrices Greta Gerwig, quien ejerció de presidenta del jurado en Cannes.
Es probable, además, que las nominaciones para «Emilia Pérez» y para Gascón en particular no terminen con los Globos de Oro.
El filme es, de hecho, una de las grandes apuestas de su coproductora, Netflix, para los Oscar, junto con «María», el biopic sobre la cantante de ópera Maria Callas dirigido por el chileno Pablo Larraín y protagonizado por Angelina Jolie.
Si llega o no hasta la cita más esperada de la temporada se sabrá el 17 de enero, cuando se anuncien las nominaciones a los premios de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.