El ejército de Rusia disparó un misil balístico hipersónico que destruyó un gran depósito subterráneo de armas en el oeste de Ucrania, según anunció el Ministerio de Defensa de Moscú.
Si se confirma, sería la primera vez que Rusia emplea en en esta guerra el misil balístico Kinzhal, cuyo nombre significa «daga».
El proyectil fue disparado desde el aire, muy probablemente desde un caza MiG-31.
¿Qué son los misiles hipersónicos?
El presidente Vladimir Putin ha destacado en varias ocasiones la apuesta de Rusia por los misiles hipersónicos, que pueden viajar a más de cinco veces la velocidad del sonido, o Mach 5.
Las estadísticas son contundentes: según el gobierno ruso, los Kinzhal pueden volar a más de 6.000 km/h y alcanzar objetivos a una distancia de hasta 2.000 km.
Estos cohetes miden 8 metros de largo y también se caracterizan por su alta maniobrabilidad.
Pero, ¿eso los hace más peligrosos que otros misiles y artillería convencionales a la hora de causar muerte y destrucción?
«No lo veo tan significativo», opina James Acton, especialista en política nuclear del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. «No sé cuánta ventaja da a Rusia el uso de misiles hipersónicos».
El presidente Putin se jactó el pasado diciembre de que Rusia era el líder mundial en misiles hipersónicos, que son difíciles de rastrear porque pueden cambiar de dirección en pleno vuelo.
Moscú publicó un video de lo que, indicó, fue su ataque con misiles al depósito de armas en Deliatyn, una aldea en el suroeste de Ucrania, a solo 100 km de la frontera con Rumania.
«Es una puesta en escena. Incluso si se usan, debemos considerarlos como un recurso aislado porque Rusia no tiene una gran cantidad de estos misiles», afirmó Dominika Kunertova, del Centro de Estudios de Seguridad en Zúrich.
«Es una señal para Occidente»
Hace cuatro años el líder ruso presentó el Kinzhal como parte de una serie de armas «invencibles» que, aseguró, evadirían las defensas enemigas. Los otros misiles hipersónicos son el Zirkon y el Avangard, más rápidos y con un mucho mayor alcance.
El Kinzhal puede portar una ojiva convencional o una nuclear y, según informes recientes, se han enviado cazas MiG-31 a Kaliningrado, poniendo a su alcance numerosas capitales europeas. Se desconoce desde dónde se lanzó el ataque al depósito de armas.
«Es una señal para Occidente, porque a Putin le molesta que Occidente se atreva a despachar todas estas armas (a Ucrania)», declaró Kunertova a BBC.
«Es cuestionable que (el misil) sea tan preciso, así que no cambia las reglas del juego».
Según James Acton, se creía que el Kinzhal era un misil Iskander modificado para aviones de combate. Los misiles Iskander-M ya han sido disparados con lanzaderas terrestres rusas desde el comienzo de la guerra.
Aunque el Iskander-M tiene un alcance mucho más corto que uno lanzado desde el aire, el Ministerio de Defensa de Ucrania aseguró esta semana que Rusia había disparado casi todos sus misiles de este tipo durante los primeros 20 días de la guerra.
Un funcionario de Defensa estadounidense afirmó el viernes que las fuerzas rusas habían disparado más de 1.080 misiles desde el 24 de febrero.
«Es un número sorprendente y una parte muy significativa del inventario de Rusia previo a la guerra», indicó Acton a BBC, tras destacar el uso cada vez mayor de bombas no guiadas en los ataques aéreos rusos. «Es muy posible que se estén quedando sin municiones precisas».