Fernando Flores recuerda con orgullo la curiosidad que lo llevó a embarcarse en un proyecto ambicioso y futurista, durante el gobierno de Salvador Allende en Chile.
“Cuando era joven siempre me preocupé por ser alguien y leía mucho”, le dice a BBC Mundo el político chileno que ocupó varios cargos en el gobierno de Allende, derrocado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Gracias a ese amor por la lectura, dio con las teorías del británico Stafford Beer, un gurú tecnológico conocido por su trabajo en los campos de la investigación de operaciones y la administración cibernética.
Con las ideas del ingeniero y los saberes del teorista, el dúo desarrolló el proyecto Cybersyn, conocido por algunos como “el internet socialista” o “el internet de Allende”.
La idea era crear un sistema para administrar de manera eficiente una economía socialista, aplicando la cibernética a la gestión de las redes industriales chilenas.
La ambición de este ingeniero había hecho que con sólo 26 años Allende lo nombrara jefe de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), una agencia dependiente del Ministerio de Economía a cargo de apoyar el emprendimiento, la innovación y la competitividad chilena.
Ya con un alto puesto en un gobierno que pretendía llevar a cabo muchos cambios, el visionario originario de Talca, en el centro de Chile, anticipó “una crisis de gerencia muy grande” durante el mandato de Allende.
“Decidí mandarle a Beer una carta en la que le conté que teníamos un problema”, cuenta Flores, quien ahora tiene 80 años y vive en California, Estados Unidos.
Beer recibió la carta el 13 de julio de 1971.
En ella Flores le habló de la “reorganización completa” del sector público de la economía chilena de la que estaba a cargo y dijo estar «en una posición desde la cual es posible implementar a escala nacional -en la que el pensamiento cibernético se convierte en una necesidad-, puntos de vista científicos sobre gestión y organización».
Fernando recuerda que Beer le respondió expresando alegría de que alguien entendiera sus libros y le propuso que se reunieran.
“De ahí nació mi visita a Londres. Yo ya tenía previsto un viaje a Europa, así que fue una feliz coincidencia”.
Cibernética para gestionar las nacionalizaciones
La reunión tuvo lugar ese mismo otoño en el exclusivo club privado de caballeros Athenaeum, en el centro de Londres.
Allí Flores le pidió a Beer consejos sobre cómo aplicar la cibernética a la gestión del sector nacionalizado de la economía chilena, que se estaba expandiendo rápidamente debido a la política de nacionalización de Allende.
Flores explica que él ya tenía una comprensión teórica, pero necesitaba ayuda para ponerla a prueba. Por eso, al final de la reunión, el entonces jefe de la Corfo le pidió a Beer que le recomendara a alguien.
“Él me respondió que él mismo era esa persona”, relata Flores con entusiasmo.
Y detalla que no le pidió permiso a nadie para comenzar Cybersyn, inicialmente, ni siquiera Allende estaba al tanto del proyecto.
“Yo tenía suficiente poder para partir. Ya cuando lo teníamos más andando y empezó a crecer eso, por supuesto que hablé con él”, agrega.
Demanda de gerentes
Así, Flores reclutó a Beer, cuyos ideales para entonces estaban alejados del socialismo.
Poco después de la productiva reunión en el Athenaeum, Beer viajó a Santiago de Chile y ambos se pusieron manos a la obra.
Flores dice que trabajar con Beer fue «un privilegio enorme».
Evgeny Morozov, un escritor de tecnología que ha investigado sobre el proyecto Cybersyn, explica que Allende había nacionalizado tantas empresas que había creado una gran demanda de gerentes que pudieran manejarlas efectivamente.
“Pero no contaban con esos gerentes”, le dice a BBC Mundo el creador de «The Santiago Boys», una serie de podcasts sobre el proyecto Cybersyn lanzada este año para conmemorar el 50 aniversario del golpe de Estado que acabó con el gobierno de Allende.
“La idea era delegar algo del manejo de las empresas a computadoras que podrían analizar qué necesitaban las empresas y anticipar problemas que podrían surgir”, agrega.
“La meta era automatizar al máximo el manejo de la economía chilena”.
Morozov asegura que el gobierno chileno tenía previsto que el proyecto estuviera completamente operativo entre 1975 y 1976.
“Pero eso nunca pasó porque el golpe de Estado llegó antes”.
«Esto es un golpe de Estado»
Flores habla con dolor de los sucesos que acabaron con el gobierno de Allende y afirma que su vida «fue marcada» por ellos.
Para mediados de 1972, el Proyecto Cybersyn avanzaba, así como las conspiraciones contra el gobierno socialista.
Durante el paro de octubre de 1972, Flores había desarrollado una cercana relación con Allende y fue nombrado viceministro de Economía en medio de la crisis.
“Allí yo le dije a Allende: ‘Mire esto es mucho más grande que un paro de camiones. En principio, esto es un golpe de Estado’”, cuenta Flores y agrega que Allende se mostró sorprendido tras esa afirmación.
“Después de esa conversación, me nombró encargado de coordinar la respuesta del gobierno al paro”.
El 1 de diciembre de ese mismo año, Flores se convirtió a los 29 años en uno de los ministros de Economía más jóvenes que ha tenido Chile.
Con ese nuevo cargo tuvo que dejar el proyecto de lado para enfocarse en las tareas del día a día de un ministro.
Y luego llegó el golpe.
«Terminé en la cárcel dura, sin derechos. De la noche a la mañana me pusieron en un avión con mi familia y al día siguiente estaba trabajando en (la Universidad de) Standford».
«Es alucinante. La gente no se puede dar cuenta de lo que significa eso», prosigue.
Eso marcó el fin del proyecto Cybersyn.
Con el tiempo, Beer abandonaría el mundo de la tecnología y los negocios para convertirse en un activista de izquierda.
En California, Flores se convirtió en un empresario tecnológico, pero con el retorno a la democracia, regresó a Chile y a la política.
En el año 2001 fue elegido senador y posteriormente trabajó como presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad bajo el gobierno de Sebastián Piñera.
«No pasó de la etapa de prototipo»
Eden Medina, historiadora de tecnología y profesora asociada de Ciencia, Tecnología y Sociedad del Instituto de Tecnología de Massachusetts, explica que el proyecto estaba en etapa de prototipo cuando dieron el golpe de Estado en septiembre de 1973.
«El Proyecto Cybersyn tiene su origen en el socialismo democrático chileno», dice Medina.
«Diferentes partes del proyecto habían alcanzado diferentes fases, pero el proyecto como un todo no pasó de la fase de prototipo», le dice a BBC Mundo la autora del libro «Revolucionarios cibernéticos: tecnología y política en el Chile de Salvador Allende».
Medina cuenta que en Chile había menos de 50 computadoras al principio de los 70.
«Inicialmente los ingenieros del Proyecto Cybersyn sólo estaban trabajando con una computadora y luego comenzaron a trabajar con otra», agrega.
Este hecho hace que a la historiadora no le guste el término de «internet socialista».
“Creo que la gente lo llama internet socialista porque era una forma de red informática alternativa».
«Trataban de conectar las fábricas que habían sido nacionalizadas a una red nacional de comunicaciones, pero solamente estaban utilizando una computadora», explica la historiadora estadounidense.
El experto en teconología Evgeny Morozov añade que cuando el golpe tuvo lugar al proyecto le faltaban «elementos clave» y que «todo el sistema estuviera integrado».
«Un sueño interrumpido»
Flores afirma que no se puede decir que Cybersyn fracasó.
«El proyecto se acabó porque el gobierno militar estaba en contra de todo lo que hacía Allende», asegura.
El exjefe de la Corfo añade que es imposible saber si hubieran podido culminarlo con éxito.
«Tendríamos que haber durado tres años más (para saberlo). Tendríamos que haber desarrollado muchas partes que no desarrollamos y que yo he desarrollado después», prosigue.
Dentro de esas partes están inventar una teoría de las conversaciones para la toma de decisiones y cómo medir los estados de ánimo en el circuito, cita Flores.
Flores no se hace eco de reportajes que aseguran que la CIA acabó con el proyecto para eliminar la posibilidad de que Chile desarrollara su propia internet.
Dice que son «fantasías periodísticas».
«Cuando nosotros estábamos haciendo esto del internet no existía. Lo que existía era el ARPANET, que era un proyecto del Ministerio de Defensa estadounidense.
Mientras que el ARPANET era un proyecto para conectar computadores y software, Cybersyn buscaba conectar personas y componentes.
Más que un «internet socialista», un término que a Flores tampoco le gusta, él asegura que Cybersyn fue simplemente «un sueño interrumpido».
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