niños indígenas
"Los hermanos no se han separado durante este año en ningún momento", resaltó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). ICBF

Este 9 de junio se cumplió un año del rescate de los hermanos Mucutuy, los cuatro niños indígenas encontrados en la Amazonía colombiana después de pasar 40 días perdidos tras sobrevivir a un accidente de avión.

El suceso tuvo en vilo al mundo durante semanas y el hallazgo se celebró en Colombia como un hito histórico.

La llamaron «Operación Esperanza» y en el país se aplaudió la valentía y resiliencia de los niños, así como el esfuerzo de indígenas y las fuerzas militares que colaboraron en la búsqueda de los pequeños.

Con motivo del aniversario, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la entidad a cargo del cuidado de los menores, publicó dos fotos de los hermanos y un recuento de cómo ha sido este año.

«Los hermanos no se han separado en ningún momento (…); cursan sus estudios y disfrutan de la vida que deben tener los niños y las niñas a esa edad», dice el comunicado del ICBF.

40 días de búsqueda

El siniestro del avión ocurrió el 1 de mayo de 2023.

Los cuatro hermanos -entonces de 14, 9, 4 y un año de edad- iban acompañados en el viaje por su madre Magdalena Mucutuy y otros dos adultos, quienes murieron en el accidente.

La familia viajaba para reencontrarse con el padre, Manuel Ranoque, un líder indígena que había huido de Araraucara a raíz de las amenazas que recibió por parte de grupos armados ilegales.

Cuando las autoridades llegaron al lugar del accidente dos semanas después solo encontraron los cuerpos sin vida de los adultos. No había ni rastro de los niños, por lo que se inició una intensa búsqueda por parte de efectivos del ejército y miembros de la comunidad indígena, a la que pertenecen los menores.

La selva donde se estrelló la avioneta y deambularon los niños es hostil, tupida y poco accesible.

El gobierno ordenó la participación de más de 150 uniformados y perros rescatistas, que contaron con la ayuda y experiencia de comunidades indígenas.

niños indígenas
Una vez rescatados, los menores fueron trasladados a la base militar de San José del Guaviare, donde fueron «estabilizados». EPA 

La esperanza de la búsqueda se intensificó a medida que los rescatistas encontraban señales de vida: un refugio improvisado con palos y ramas, tijeras, una goma para el pelo, un biberón, una fruta a medio comer lejos del punto del siniestro.

Lesly, (15 años), Soleiny (10 años), Tien Noriel Ronoque (5 años), y Cristin Neriman Ranoque (2 años) Mucutuy fueron encontrados débiles, lesionados, con signos de desnutrición y trauma, pero a salvo.

Desde entonces han estado bajo cuidado del ICBF.

BBC Mundo solicitó entrevistas con los menores, sus representantes legales y el personal del ICBF, pero no fue posible concertarlas.

«Los hermanos están bajo el cuidado del ICBF pero su custodia está en manos de los papás de los hermanos», respondió la entidad.

Trabajo médico y psicológico

«Los hermanos Mucutuy pasan los días disfrutando y aprendiendo», dijo el ICBF.

En concreto, un equipo de la Defensoría de Familia de esta institución especializada en asuntos étnicos trabaja con los niños «para que sus costumbres no se afecten al estar lejos de su territorio y garantizar todos sus derechos».

«Se ha realizado un trabajo con educadoras de su etnia, psicólogos especialistas para tratar el trauma», dice el comunicado del ICBF.

niños indígenas
Varias producciones literarias y documentales reconstruyeron la historia de los niños. ICBF 

El ICBF confirmó que las enfermedades adquiridas por los niños en la selva fueron superadas.

«Los hermanos siempre se han apoyado mutuamente y en compañía de sus familias, además de personas que los quieren y protegen».

«Los hermanos Mucutuy son un ejemplo de valentía y esperanza para todos nosotros (…), fueron artífices de unir a todos los colombianos en pro de una misma causa y que pudiéramos entender que juntos con amor, fe, dedicación, confianza y compromiso, podemos hacer cosas milagrosas», señaló el ICBF.

Año de privacidad y relatos

Salvo este comunicado del ICBF, poco se ha sabido del estado de los niños durante este año.

Aunque no han faltado producciones literarias y documentales que reconstruyen este «milagro» que enorgullece a Colombia y asombró al mundo.

Recientemente, la plataforma Amazon Prime estrenó el documental Operación Esperanza: los niños perdidos del Amazonas, en el que actores y familiares recrean los acontecimientos.

Los hermanos se mantuvieron juntos y se cuidaron unos a otros durante 40 días. REUTERS 

Anteriormente, con el mismo nombre de «Operación Esperanza», la Escuela Superior de Guerra General Rafael Reyes Prieto lanzó un libro narrado por comandos de las Fuerzas Militares «que se unieron en una lucha desesperada contra el tiempo y la naturaleza más salvaje para encontrar a los niños con vida».

El periodista de investigación colombiano Daniel Coronell también publicó un libro bajo el título Los niños del Amazonas: 40 días perdidos en la selva, en el que, a través de múltiples entrevistas, explica cómo se produjo un rescate que muchos daban por imposible.

¿Milagro?

Los medios colombianos continúan hablando de «milagro» y «heroísmo» para referirse a la supervivencia de los niños durante 40 días en la selva.

Pero lo cierto es que este acontecimiento también puso en valor siglos de herencia y sabiduría de indígena en Colombia que contribuyeron al feliz desenlace.

Poco después del hallazgo de los niños, BBC Mundo entrevistó a Alex Rufino, un indígena ticuna experto en cuidados de la selva.

En la conversación, Rufino dijo que el lenguaje épico empleado por medios e instituciones en Colombia ponía en evidencia una ignorancia del mundo indígena.

Más que perdidos, dijo, «los niños estaban en su entorno, bajo el cuidado de la selva y la sabiduría de años de poblaciones indígenas en contacto con la naturaleza».


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!