El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y el linfoma es uno de ellos.
Casi 10 millones de personas perdieron la vida en 2020 por esta enfermedad en todas sus variantes, informa la Organización Mundial de la Salud.
El tipo de cáncer que más muertes provocó el año pasado fue el de pulmón con 1,8 millones, pero el que registró la mayor cantidad de casos fue el de seno, con 2,26 millones de casas.
Pero existe una clase de cáncer de la sangre que está en aumento y que es el más común entre los adultos: el linfoma.
Este 15 de septiembre, Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma consultamos a especialistas para saber de qué se trata este cáncer y cómo detectarlo.
Qué es el linfoma
Existen tres grandes grupos de cáncer de sangre: leucemia, mieloma y linfoma.
Este último, a la vez, se divide en dos tipos principales: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin.
Se llama así porque en 1832 fue descubierto por el patólogo británico Thomas Hodgkin (1798-1866) tras analizar a varias personas con síntomas de un cáncer que afectaba los ganglios linfáticos.
En un principio se llamó «enfermedad de Hodgkin» pero a fines del siglo XX cambió de nombre a «linfoma de Hodgkin».
Según explica la Asociación de Leucemia y Linfoma de Estados Unidos, esto sucedió porque las investigaciones posteriores revelaron que la enfermedad es una consecuencia de una lesión en el ADN de un linfocito que es un tipo de glóbulo blanco, los responsables de defendernos frente a las infecciones.
El cambio en el linfocito lo convierte en una célula de linfoma. Estas se amontonan y forman masas de células, que son tumores, y suelen agruparse en los ganglios linfáticos o en otras partes del cuerpo.
«Vamos a suponer que el cuerpo es como una casa y la leucemia afecta a la casa entera, mientras el linfoma afecta a una habitación. En un sólo sitio, una parte cuerpo, que son los ganglios», le dice a BBC Mundo la doctora Carla Casulo, directora del Programa de Servicio de Linfoma del Instituto de Cáncer Wilmot de la Universidad de Rochester de Nueva York.
Linfoma de Hodgkin y no Hodgkin
El linfoma de Hodgkin se propaga de manera ordenada de un grupo de ganglios linfáticos a otros, mientras que el linfoma no Hodgkin se disemina a través del sistema linfático de una manera desordenada, explica el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En todo el mundo, más de 735.000 personas son diagnosticadas con la enfermedad cada año, según datos de la Lymphoma Coalition, una red mundial de unas 80 organizaciones en más de 50 países que brinda información y apoyo a pacientes con linfoma.
Estos números, respaldados por el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), muestran que el linfoma es la enfermedad oncológica de la sangre más común entre los adultos.
«Claramente, el mayor porcentaje de casos está en los linfomas no Hodgkin», asegura el cirujano oncólogo Leandro Nikisch, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía.
«Y son más de 80 subtipos. Hay muchos tumores diferentes y con el advenimiento del análisis molecular y demás estudios, cada vez se van descubriendo más características de linfomas diferentes unos a otros», añade a BBC Mundo.
Los especialistas destacan que los casos de cierto tipo de linfomas están en aumento, como la leucemia linfática crónica (CLL por sus siglas en inglés).
«El CLL es un linfoma, que le decimos el linfoma-leucemia que es muy común y estamos viendo que, porque las personas están haciéndose más estudios por razones diferentes que no tienen que ver con el cáncer, se están diagnosticado accidentalmente», ejemplifica Casulo.
«En ese sentido sí estamos viendo más casos, pero aún así, cuando lo analizamos a nivel general, (el linfoma) sigue ubicándose entre el número nueve o diez de los tipos de cáncer más comunes. Todavía los cánceres de los órganos son más frecuentes», aclara la doctora.
Cómo detectarlo
Los síntomas incluyen inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en la parte del cuerpo donde comienza a crecer el linfoma.
Las áreas comunes en donde se pueden palpar los ganglios linfáticos con los dedos son la ingle, la axila, el cuello, detrás de los oídos y la parte posterior de la cabeza. Pero también hay ganglios linfáticos en otras zonas del cuerpo como el tórax y el abdomen.
Además de la inflamación en los ganglios, los síntomas de un linfoma pueden ser similares a los de otras enfermedades, como la gripe e incluso la covid-19.
Entre ellos están la fiebre, sudores nocturnos, cansancio, tos, picazón y pérdida de peso.
¿Se puede tratar y curar?
El linfoma de Hodgkin es uno de los tipos de cáncer más curables. Hasta el momento no se conocen la causa de la mayoría de los casos.
Tampoco es posible prevenirlo y no se puede contraer de otra persona. Por lo general se diagnostica entre 20 y 40 años de edad y vuelve a ser más común otra vez después de los 60 años.
Mientras tanto, el linfoma no Hodgkin, al haber muchos tipos, el tratamiento depende de las características.
«Felizmente, casi todos los linfomas tienen tratamiento. Hay muy pocos que no se pueden tratar (…) pero lamentablemente no se puede prevenir porque es algo espontáneo», aclara la doctora Carla Casulo.
«Se trata de una enfermedad un poquito complicada porque hay diferentes linfomas y algunos son agresivos y otros son completamente indolentes», dice .
Por eso, ante la sospecha de que algo anda mal en el cuerpo, la recomendación de siempre es una consulta al médico.