Nicolás Maduro apenas pudo contener su satisfacción en televisión.
Tras meses de protestas en la calle y de presión internacional, el gobierno impuso la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), logró un discutido pero amplio triunfo en las elecciones regionales y ahora provocó un cisma en la oposición que le puede llevar a tener pronto un poder casi absoluto.
En medio de una crisis económica y social que, según los expertos, se recrudecerá, gran parte de la oposición planteó este martes una «refundación» de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición que desde 2008 une diferentes partidos y personalidades en su intento de derrotar al chavismo, que gobierna Venezuela desde 1999.
La unidad de una oposición ecléctica fue junto a la muerte de Hugo Chávez en 2013 y el deterioro económico un factor clave para que la oposición se sintiera por primera vez mayoritaria y lo demostrara en el triunfo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
Fue la mayor victoria de una oposición que durante 18 años se enfrentó al chavismo con diferentes estrategias: golpe de Estado, paro petrolero, protestas en las calles, abstenciones electorales…
Nicolás Maduro ha pasado a controlar la situación política en Venezuela, pero los problemas económicos continúan.
Ahora, tras meses de lucha en las calles que dejaron unos 120 muertos, presión internacional, sanciones al gobierno y deterioro agigantado de las condiciones económicas, la MUD se descompone.
Y esto sucede a sólo unos meses de las elecciones presidenciales, previstas para finales de 2018.
Henrique Capriles, uno de los múltiples líderes de la oposición, doble candidato presidencial y cara visible del partido Primero Justicia, pidió este martes «extirpar el tumor» y a refundar la MUD.
Freddy Guevara, miembro de Voluntad Popular, el partido que dirige Leopoldo López, quien cumple su condena a 14 años de prisión en arresto domiciliario, también dio por cerrada una etapa. «Hay que entender que la realidad cambió y la unidad debe acomodarse a esa nueva realidad», dijo.
De la calle a las elecciones
El origen del cisma está en que tras liderar de abril a julio una ola de protestas callejeras y boicotear las elecciones a la Constituyente (completamente oficialista), la MUD pasó a pelear en los comicios regionales del 15 de octubre pese a las dudas sobre el proceso electoral.
«La misma oposición que en diciembre de 2015 obtuvo una amplísima victoria, diez meses después estaba ensayando ocurrencias», dijo la pasada semana Jesús «Chúo» Torrealba en diálogo con BBC Mundo.
Lejos queda el triunfo electoral de la oposición en las parlamentarias de 2015.
Torrealba fue secretario ejecutivo de la MUD durante el triunfo en las legislativas, por las que la oposición pasó dominar el Parlamento, pero dejó el cargo hace casi un año.
El activista social opositor critica a los «caudillitos» que en los últimos meses asumieron el liderazgo y estrategias diversas.
En agosto, la calle dejó de protestar y la pasada semana el oficialismo ganó, entre acusaciones de fraude, 18 de las 23 gobernaciones.
Y obligó a los cinco gobernadores opositores a juramentarse ante unaConstituyente plenipotenciaria elegida el 30 de julio sin la participación de la oposición, que desconoce ese órgano, al igual que muchos países de la región, Europa y Norteamérica.
La derrota en las regionales del 15 de octubre ha provocado una crisis en la oposición.
El lunes, cuatro de esos cinco gobernadores, que pertenecen al partido Acción Democrática (AD), se juramentaron ante la ANC pese al rechazo a hacerlo de toda la MUD. Y la unidad se resquebrajó.
El acto de toma de posesión desató la indignación contra AD en las redes sociales y en los comunicados de partidos.
Este martes, los gobernadores defendieron su decisión al decir que es mejor luchar desde una gobernación, aunque esté intervenida por el gobierno, que hacerlo en el exilio o desde la cárcel.
Y es que es de esperar que haya consecuencias para Juan Pablo Guanipa, el gobernador opositor electo en el estado Zulia que se negó a juramentarse ante la ANC. Pronto podría tener que dejar su puesto.
Capriles vs. Ramos
Pese a que los cuatro gobernadores eximieron de culpa al líder de AD, el veteranoHenry Ramos Allup, la decisión generó múltiples críticas contra él y contra un partido histórico que se alternaba en el poder con Copei antes de la llegada de Chávez a la presidencia en 1999.
Ramos Allup dijo que AD no respaldó a sus gobernadores, pero no aclaró si han sido o no expulsados. Y atribuyó los ataques a que su partido fue el más exitoso de entre los opositores en las regionales al apuntarse cuatro de los cinco triunfos.
Henry Ramos Allup es ahora el «villano» para parte de la oposición. Su posición dentro de la Unidad queda comprometida.
Luego habló Capriles, que además de pedir una nueva unidad opositora expuso el cisma con claridad y acusó a Ramos Allup.
«Mientras esté en la Unidad Henry Ramos, yo no voy a ser parte de esa mesa, de esa oposición», dijo el doble candidato presidencial.
Si no se reconstruyen los puentes, parece claro que la nueva unidad perderá a uno de sus principales actores.
Capriles es junto a Leopoldo López el líder más popular de la oposición. Y Ramos Allup es un hombre experimentado en política cuyo partido demostró su músculo en las recientes regionales.
Henrique Capriles fue claro: no estará en la unidad opositora si continúa Henry Ramos.
Maduro definió estos días a Ramos como «líder de la oposición» y Capriles cree que el veterano político, representante de la política que Chávez quiso enterrar desde 1999, es el rival que el presidente desea.
«Maduro finalmente encontró su oposición oficialista», lanzó Capriles este martes.
¿Presidenciales entre tres?
Tanto Ramos como Capriles no ocultan sus deseos de luchar por la presidencia de Venezuela y liderar el cambio que creen que necesita un país con la mayor inflación del mundo y escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
Se acerca el momento de las primarias para elegir el candidato y la oposición vuelve a estar descompuesta.
Henry Ramos podría ir a las presidenciales por libre, algo que favorecería al oficialismo.
Con López preso y Capriles inhabilitado, la nueva MUD debería crear una nueva figura. Y es posible que no sólo para competir con Maduro (u otro candidato chavista), sino quizás también con Ramos Allup, si va por libre. Y a eso se podría sumar otra alternativa del llamado chavismo crítico o disidente.
Un escenario de división de voto opositor que favorecería al oficialismo, que cuenta con una aceitada maquinaria electoral y con un Consejo Nacional Electoral (CNE) acusado de actuar al servicio del Ejecutivo.
Primero, la municipales
Pero antes de las presidenciales, que el chavismo podría adelantar para aprovechar el cisma opositor, deberían celebrarse las municipales.
Capriles dice que la nueva unidad debe debatir si participar en un proceso electoral que desde el 15 de octubre la oposición califica claramente de fraudulento.
Los cuatro gobernadores que desoyeron a su partido y a la MUD y se juramentaron ante la Asamblea Constituyente.
Guevara, de Voluntad Popular, ya avanzó este martes que su partido no participará en un proceso electoral en las actuales condiciones.
Mucho más conciliador que Capriles, Guevara no pidió la cabeza de Ramos Allup y propuso reclamar más sanciones contra el gobierno de Maduro e incluso contar con el chavismo crítico.
Torrealba cree que la oposición debe «reunificarse con una dirección colectiva, no de caudillitos», no caer en «ocurrencias a corto plazo del caudillo A y B» y recontactar con el sector del país que protesta y que muestra el descontento por la grave situación económica del país.
¿Transición?
Guevara considera que la nueva estrategia debería servir para presionar en todos los frentes con la meta de que el gobierno acepte una transición ordenada.
Sin embargo, eso parece lejano. El chavismo ha reforzado su poder, pese al deterioro del país.
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#Galería || Pdte. @NicolasMaduro sostuvo reunión con gobernadores de oposición en Venezuela, Anzoátegui, Nva. Esparta y Mérida pic.twitter.com/m4ma4RshbX
— Despacho Presidencia (@DPresidencia) 24 de octubre de 2017
Con la oposición nuevamente enfrentada y dividida y en medio de un clima de desánimo y de dudas sobre la vía electoral, el chavismo podría adelantar los comicios municipales y presidenciales para asestar un golpe mortal a sus rivales y consolidar un poder casi absoluto.