Los meteorólogos en Emiratos Árabes Unidos (EAU) dijeron que fue un “acontecimiento excepcional” en la historia climática del país.
Un sistema de tormentas iniciado el domingo en la región del Golfo Pérsico generó lluvias récord entre la noche del lunes y el martes.
En 24 horas cayeron más de 254,8 mm de agua en la zona de Khatam al Shikla, a unos 150 km al sur de Dubái
Eso equivale a toda la lluvia que suele caer en EAU en todo un año. El Centro Meteorológico Nacional del país árabe dijo que se trató de la mayor precipitación de los últimos 75 años.
En el vecino Omán murieron al menos 19 personas en diversos incidentes relacionados con las fuertes lluvias.
Las precipitaciones también azotaron Arabia Saudita y Bahréin.
Se registraron severas inundaciones en el aeropuerto de Dubái, el segundo con mayor tránsito de pasajeros a nivel mundial, lo que obligó a la cancelación de cientos de vuelos, quedando varados miles de pasajeros que este miércoles todavía intentaban llegar a sus destinos.
En las imágenes llegadas desde Dubái se podían ver vehículos sumergidos bajo el agua, fuertes rachas de viento que arrancaban árboles y mobiliario urbano, y una gran actividad eléctrica.
Ross Moore, un británico que vive en Dubái, le dijo a la BBC que la tormenta fue «un espectáculo increíble».
«Nunca he visto nada igual en los Emiratos Árabes Unidos y he estado aquí desde 2017. Los truenos y relámpagos fueron increíbles, el ruido fue algo que nunca olvidaré», explicó.
Pero ¿qué causó esta lluvia nunca antes vista en tan poco tiempo?
La combinación de factores
EAU suele registrar una media de 140-200 mm de precipitaciones al año, mientras que Dubái solo suele tener 97 mm. La media mensual en abril es de apenas 8 mm.
Por eso los más de 200 mm que cayeron con esta tormenta son extraordinarios.
Los expertos coinciden en que hubo una conjunción de factores y explican que la tormenta ya estaba prevista en los modelos meteorológicos horas antes de que ocurriera.
«Ya se había pronosticado que sería un fenómeno meteorológico grave. Antes de que se produjera, los modelos informáticos ya pronosticaban lluvias equivalentes a más de un año en un espacio de tiempo de 24 horas”, explicó Matt Taylor, meteorólogo de la BBC.
Una baja presión que se generó al sur de la península arábiga absorbió un gran cantidad de humedad del mar. El hecho de que la temperatura en la superficie del agua y en el aire fuera más elevada de lo normal, alimentó el sistema de tormentas.
El incremento de temperaturas de la superficie de los océanos, que los científicos atribuyen al calentamiento global, ha hecho más frecuentes este tipo de tormentas alrededor del mundo en los últimos años.
El aire más cálido puede retener más humedad -un 7% más por cada grado centígrado-, lo que a su vez puede aumentar la severidad de las precipitaciones.
«La intensidad de la lluvia batió récords, pero esto es coherente con un clima más cálido, con más humedad disponible para alimentar las tormentas, que hace que las lluvias torrenciales y las inundaciones asociadas sean cada vez más potentes», explica Richard Allan, catedrático de climatología de la Universidad de Reading (Reino Unido).
Según un estudio reciente, las precipitaciones anuales podrían aumentar hasta un 30% en gran parte de EAU desde ahora y hasta finales de siglo, a medida que el planeta siga calentándose.
A eso hay que añadir que las condiciones del terreno en la península árabiga, que es una región desértica, también son un factor que contribuye a que se produzcan inundaciones.
“Evidentemente, los grandes fenómenos meteorológicos de este tipo son raros, pero es una región muy árida en la que los suelos son muy compactos y secos. Por eso, en cuanto llueve, se producen inundaciones repentinas. Eso no es algo raro en Dubái. Pero es justo decir que este fue un evento realmente grande”, explicó a la BBC Maarten Ambaum, profesor de meteorología de la Universidad de Reading.
Las autoridades locales descartaron que las precipitaciones ocurrieran como consecuencia de la «siembra de nubes», una práctica que se utiliza desde los años 90 en la región para producir lluvia.
Lo cierto es que las lluvias son poco frecuentes en EAU, por lo que las infraestructuras no están preparadas para las precipitaciones extremas.
De ahí que tanto las pistas del aeropuerto de Dubái como importantes vías de comunicación de la ciudad quedaran anegadas por el agua.