La ajustada carrera por conquistar el espacio sumó un nuevo episodio luego de que el magnate estadounidense, Jeff Bezos, decidiera demandar a la NASA.
El fundador de Amazon y de la compañía espacial Blue Origin, tomó la decisión luego de que la agencia espacial estadounidense le otorgara a Space X, de Elon Musk, un contrato para construir un sistema de aterrizaje en la Luna.
Con este proyecto —que contempla una inversión de US$2.9 mil millones— se pretende que los astronautas regresen a la Luna en 2024, en una misión que no se lleva a cabo desde 1972.
Bezos, al igual que Musk, había presentado una propuesta a la NASA para ser parte de la construcción de este emplazamiento lunar, pero fue rechazada.
La disputa es aún más compleja pues, si bien la idea original era que la construcción estaría a cargo de dos compañías, finalmente la NASA decidió darle el contrato solo a una debido a déficit de fondos.
¿Qué dice Blue Origin?
De acuerdo con la firma del exjefe de Amazon, existen «problemas fundamentales» en el acuerdo entre la NASA y Space X, el que calificó de «injusto».
En una presentación judicial realizada el viernes, Blue Origin afirmó que seguía creyendo que se necesitaban dos proveedores para levantar el sistema de aterrizaje.
También acusó a la NASA de haber realizado una «evaluación ilegal e inadecuada» de sus propuestas durante el proceso de licitación.
«Creemos firmemente que los problemas identificados en esta adquisición y sus resultados deben abordarse para restaurar la equidad, crear competencia y garantizar un regreso seguro a la Luna para América», dijo la compañía fundada por Bezos.
¿Qué hay detrás de la decisión de la NASA?
En el momento de la concesión, la jefa de exploración humana de la NASA, Kathy Lueders, admitió que el presupuesto actual de la agencia espacial le impedía seleccionar a dos empresas.
Esto, pues el Congreso de Estados Unidos le concedió solo US$850 millones de los US$3.300 millones que había solicitado para llevar a cabo el proyecto.
Ante esta situación, en julio Bezos se ofreció a cubrir hasta US$2.000 millones de los costos de la NASA para que se reconsiderara el contrato, pero aún así fue rechazado.
Otro de los factores citados por la NASA para aceptar la propuesta de Space X está el historial probado de misiones orbitales de la firma de Elon Musk. Además, se cree que el costo jugó un papel fundamental: la oferta de SpaceX fue la más barata de todas.
Mientras tanto, el organismo de control estadounidense, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO), rechazó la queja de Blue Origin, afirmando que la NASA no había «actuado indebidamente» al entregar el contrato a una sola empresa.
Ahora, la agencia espacial de Estados Unidos deberá presentar una respuesta a la acción legal antes del 12 de octubre. SpaceX aún no ha realizado comentarios sobre la demanda.
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